VILLARREAL 0-2 SEVILLA FC

Pocos comentarios se pueden hacer sobre el partido que hace unas horas, el Sevilla Fútbol Club ha disputado en el Madrigal.

Y digo lo de pocos comentarios, porque cuando se afronta un partido tan complicado como el que tenía ésta noche el Sevilla, porque cuando la cita tenía cierto olor a Miurada Maestrante, cuando había tanto en juego, todos los juicios sobre todo lo que ustedes quieran quedan absolutamente tapados por los tres puntos que el Sevilla ha conseguido montar en el avión de vuelta, y que le hace estar tocando conla yema de los dedos ésa ansiada clasificación entre los cuatro primeros, que a día de hoy se vuelve a ver más factible merced a ésos tres puntos que nos hacen sumar ya 60 en la tabla clasificatoria.



Ésto es lo único que importa. Ésa bendita suma de tres en tres, que desde el ya lejano Sábado de Pasión no teníamos el gusto de paladear.

De lo demás, no se puede presumir de nada. Porque el partido ha sido un auténtico bodrio, pero no sólo por parte del Sevilla, sino sobre todo por parte del Villareal, que se jugaba aún más que nosotros, y que ha ofrecido una paupérrima imagen jugando además ante su afición.

Es increible que en un partido que se preveía de alta tensión, de alternativas, de ocasiones y de uys y ays, los dos porteros hayan pasado casi desapercibidos.

O al menos hasta la recta final del partido, donde Palop con dos intervenciones casi consecutivas ha arreglado el desaguisado provocado por Konkó a medias con Iturralde, que ha vuelto a dejar al Sevilla una vez más con diez en un momento crucial del partido, consiguiendo con ésa acción resucitar a un muerto en pie, que se llamaba Villareal.



Decía más arriba que quitando los puntos (casi nada y lo más importante vuelvo a repetir), no podemos presumir de nada más, aunque estoy cayendo en que estoy equivocado.

Equivocado, porque no todo el mundo puede presumir de Kanouté. Porque el malí, es para presumir de él.

¡Que suerte vamnos a tener algunos con poder decir dentro de muchos años: Yo ví jugar a Kanouté con la camiseta del Sevilla.

Porque lo de éste futbolista es sencillamente cuasi de otro planeta.

Y éso que hoy no estaba teniendo su día. Había conjeturas de todas las posturas. Llevaba ya cuatro jornadas sin marcar creo, y curiosamente las cuatro palmamos.
Se hablaba de saturación de partidos, de cansancio psicológico, incluso ha habido gente con tan poca vergüenza y dignidad que achacaban ése mal momento a su reciente renovación insinuando un claro acomodamiento del mago de ébano.

Pues a pesar de todo ésto, dos acciones suyas han propiciado que hoy el sevillismo duerma tranquilo, con el equipo asentado en la tercera posición de la liga.

Una jugada de maestro, con un pase al hueco a Luís Fabiano ha propiciado el cero a uno cuando se cumplía el cuarto de hora de la segunda mitad.

Después......



Después ha realizado una obra maestra en el cero a dos.

Control orientado con la cabeza, zancada poderosa y elegante, cambiio de ritmo brutal con e lbalón pegado al pie, y escorado a la izquierda del ataque sevillista, antes de pisar el área, zapatazo raso, colocado, potente y ajustado al palo.

Y un enorme portero como es Diego López, sólo ha podido acompañar con su estirada el toque mágico y señorial de un futbolista que va a alcanzar la categoría de mito entre los que amamos al Sevilla.

Es la luz que guía a éste equipo. Es el único futbolista imprescindible de nuestra plantilla. Es una maravilla que vuelvo a repetir, tenemos la suerte de contemplarlo con el escudo de nuestro Sevilla en el pecho.

Es el único que casi se ha salvado hoy, si hablamos de fútbol fútbol lógicamente.

Los demás no han pasado del decoro, de la briega, de intensidad....



Pues con ésto nos ha dado para ganar. Con éste panorama, el Sevilla ha logrado en un partido en el que se autopresionó de forma brutal, cortar la sangría de derrotas que nos acompañaba desde el Domingo de Resurrección.

Hemos metido el estoque de muerte al Villarreal.

Y ahora, el equipo azulejero está escupiendo sangre. Pero aún hay que meterle el puntillazo definitivo. Vamos, que aunque la situación, si miramos la cuarta posición está casi hecha. Pero no hecha.

Ahora sólo queda bajo mi punto de vista ganar los dos partidos de casa, y quizás dos empatitos fuera, y con éso creo que dará para ser equipo champions de forma directa, o sea la tercera plaza.

Aunque el Valencia mañana aún nos puede presionar de nuevo si gana al Español en Barcelona.

Pero bueno, éso será mañana. Hoy, ya digo.

Tres puntos al bote, y a éstas alturas todo lo que se quiera comentar al margen de ésto último es banal.

Banal y absurdo.