SEVILLA FC 2-4 REAL MADRID

domingo, 26 de abril de 2009

Es tela de complicado intentar dar una explicación más o menos coherente o lógica a lo que ha ocurrido ésta tarde de preferia en la pradera de nuestro Ramón Sánchez Pizjuán.

Y es muy dificil, porque yo a menos no tengo una explicación coherente para explicar lo que ha hecho hoy el Sevilla desde el minuto uno al treinta más o menos, y de ahí en adelante.



La variación de ése minuto treinta, al minuto treinta y uno, ha sido tan exagerada como tener una habitación iluminada por seis lámparas y de pronto darle a un interruptor y que dicha habitación se quede a oscuras.

No tiene explicación. Yo al menos no la encuentro. Ni nuestro entrenador tampoco. Manolo Jiménez ha sido incapaz de describir o de dar una mísera explicación del caos, del despropósito supino en el que ha incurrido hoy durante sesenta minutos el equipo que él, tanto para lo bueno como para lo malo dirige, entrena y prepara para que precisamente de la talla en momentos como los de hoy.

Y la derrota hoy, a mí me duele mucho porque bajo mi punto de vista, se ha producido frente a un Real Madrid que tiene más puntos en su casillero que buenas sensaciones desprende.

A pesar de los pesares, hoy he visto como nos ha ganado con una facilidad pasmosa uno de los Real Madrid más flojos que uno haya visto pasar por el césped de nuestro estadio, y yo he visto muchos ya.

Desde el minuto uno hasta el maldito treinta, el partido fue un auténtico monólogo o recital del Sevilla.

Parecía aquello un auténtico vendaval, con llegadas por doquier, por derecha, por izquierda, por el centro, muchos uys y muchos ays.

Ocasiones una detrás de otra, un Perotti tremendo, dándole auténtica electricidad al ataque del Sevilla.



Así, en el minuto quince y tras la enésima llegada, y merced a la pericia del centro del chaval argentino, y al desbarajuste de dos centrales madridistas de auténtica risa, Renato la cambia con la cabeza de palo haciendo el uno a cero.

De ahí al famoso minuto treinta, más ocasiones pero ningún acierto.

Siempre daba la sensación de que el Sevilla iba a liquidar el asunto en cualquier momento.

Pero fué empezar a otear el final de la primera parte, y acabarse el Sevilla.

Y ojo, no se acabó porque el Madrid cambiase su juego, por un cambio táctico, por un cambio de piezas, no no, el Sevilla se acabó porque sí.

Claro, si cualquier rival le das la vida, eres generoso, y le abres la puerta del salón de tu casa y le dices entre usted señor hasta donde le de la gana, pues claro te hacen caso y pasa lo que pasa.

Y más si enfrente tienes un rival que se está jugando la liga mano a mano con el mejor Barcelona de la historia.



En el último suspiro de la primera parte, un centro a lo Garrincha de ¡Metzelder!, que se rie de toda la defensa del Sevilla lo aprovecha Raúl y empata a uno.

Lo que podría haber sido un tres a cero claro, se convierte en un uno a uno.

Y lo que es peor, se convierte en báslamo de Fianebrás del Real, un equipo hiperacostumbrado a retos como éste.

Y con todo ésto comienza la segunda mitad.

Pues más de lo mismo. El Sevilla pulula como alma en pena por el césped. El Sevilla pierde de forma vergonzante el centro del campo, con un Romaric convertido hoy en un auténtico estorbo y una lacra para el Sevilla.

Y llegan más disparates. Llegan los cambios. O el cambio mejor dicho.

En vez de quitar a Romaric, un Romaric que era una máquina de perder balones, un Romaric absolutamente quemado y silbado incluso por el público, quita a Duscher.

Se quita al único que mordía en ése centro del campo desolado y perdido.

Pues toma cambio. A cambio dos goles, propiciados merced a dos "salidas" de balón de Romaric que regala las llaves de la casa al contrario y éste de forma consecutiva te hace dos goles que siembran el desánimo y el terror en las mentes de los aficionados sevillistas a los que nadie les puede reprochar absolutamente nada de nada.

De ahí al final el vacío.

De ahí al final unauténtico desbajaruste táctico, un desbarajuste de fútbol.

Un Renato desconocido, un Luís Fabiano desquiciado, un Kanouté viendo balonazos a diestro y siniestro. Un Fernando Navarro que está echando por tierra en éstas últimas citas su reputación ganada a pulso durante toda la temporada.



Sólo una desaplicación de Sergio Ramos, fue aprovechada por Capel para acortar distancias, pero todo era un espejismo.

Ni un endeblito arreón final pudo arreglar todo éste desaguisado.

Es más, en una contra Marcelo nos clavó el dos a cuatro para satisfacción enorme del que hoy venía con traje al banquillo visitante.

Y gana el Villarreal, gana el Atlético, empata el Valencia etc etc.

Hemos tirado a la basura muchos puntos de ventaja. Ahora mismo, una derrota en Villarreal nos puede incluso sacar de la Champions.

Se que quedan jornadas, se que tiene que haber enfrentamientos directos.

Pero ahora mismo, veo muy mala pinta al equipo. Y ésto me preocupa aún más que la pérdida de puntos, o que el Tourmalet o lo que sea.

No jugamos absolutamente a nada. No hay reacción a la más mínima adversidad que se nos presente, ni en la hierba ni en el banquillo.

Hay futbolístas que están al límite y no me refiero al físico.

Yo sólo deseo que el clásico lo gane el Real Madrid (es la primera vez en mi vida que digo o deseo ésto), para que el Barcelona tenga que jugar a reventar el tramo final frente a Villarreal por ejemplo. Y que el Real Madrid se encargue del Valencia.

Y luego el Valencia frente al Villarreal y al Atlético de Madrid se autodestruyan entre todos.

Ojalá todo termine bien. Ojalá.

Pero vuelvo a repetir, que lo veo todo negro, o un poco oscuro porque ni se a que juega el Sevilla, ni atisbo reacción, ni veo mentes frescas con soluciones palpables sobre el terreno que solucionen reveses sobre la marcha.

En fín, buena feria a todos, y que Dios nos coja confesados.

2 comentarios:

EL PAPI MAGASE dijo...

como dices es dificil hoy saber a que ha jugado este equipo,no sé si aun hemos tocado fondo o aun seguiremos esta caida libre,es dificil predecir nada,con este equipo somos capaces de lo mejor y de lo peor como hemos podido ver en el mismo partido,el doctor yekyll estuvo media hora y mr hyde el resto del partido,un abrazo.

Salvador dijo...

Se que esto no te va a gustar, pero yo llevo toda la temporada preguntándome a que juega nuestro Sevilla. Analiza una cosa Martín, ¿porque vemos los partidos donde los vemos y no lo hacemos donde lo hacíamos antes? Es que a mi cuando ganan no me dice nada y cuando pierde, ya sabes, los cabreos son enormes. Pase lo que pase de aquí al final de temporada Jiménez a caducado, hoy sin ir mas lejos, y sabes que yo soy de los que le ha dado "credibilidad"