ATH BILBAO 1-2 SEVILLA FC

domingo, 1 de marzo de 2009

Pasó lo que tenía que pasar en el partido disputado ayer entre ambos semifinalistas de Copa, y que no fue otra cosa que ganó el mejor, el que tiene más equipo y el que tiene más fondo de armario.

Supo aprovechar perfectamente el Sevilla de Manolo Jiménez la "ventaja" que le otorgó el utrerano Joaquín Caparrós al alinear de salida un equipo desconocido en tierras vascas, plagado de suplentes y de gente que ni siquiera van convocada asiduamente con el primer equipo Bilbaino.

Manolo Jiménez puso en el campo una mezcla de jugadores menos habituales y jugadores fijos que literalmente se merendó al Atlethic sin ningún tipo de problema, ganando por dos goles a uno, obteniendo un marcador a todas luces corto para lo que se pudo ver sobre el césped de San Mamés.





Dentro de la mezcla que puso de inicio Jiménez, estaba un futbolista que fue el que repartió ayer todo el bacalao. Dentro del equipo titular estaba la clase con mayúsculas hecha futbolista, la elegancia y la finalización. Todo los adjetivos se quedan pequeños y cortos al definir a Kanouté que fué dentro de la superioridad Sevillista, el que puso la distinción y el que marcó las diferencias.

Primero para bajar dentro del área un perfecto servicio de Aquivaldo Mosquera en la recta final del primer tiempo, para batir con una clase excepcional y extraordinaria a Armando. Gol que neutralizaba el injustísimo resultado que campeaba en el marcador tras adelantarse el Ath. Bilbao en el único tiro a puerta que realizó en la primera mitad.

¡Que golazo del gurú del Sevilla!.

La segunda mitad comienza con más de lo mismo.

Posesión de balón absoluta del Sevilla, llegadas con muchísimo peligro y en un pase excepcional de un ayer grandísimo Romaric volvió a emerger la figura de Kanouté para hacer un auténtico trapo de dos defensores bilbainos que nada pudieron hacer para evitar que tras controlar el balón y girarse, introdujera el esférico en las redes de Armando por segunda vez.

De ahí al final, control absoluto del Sevilla que no obstante no cerró el partido en el marcador. Y cuando un marcador está tan apretado ya sabemos lo que puede pasar, y estuvo a puntito de pasar, pues en los últimos instantes Toquero se plantó en un mano a mano escalofriante delante de Palop que por enésima vez evitó el desaguisado sacándole con maestria el mano a mano al jugador vasco.





Tres puntos y puñetazo encima de la mesa del Sevilla, que empalma en liga tres victorias consecutivas, dos de ellas fuera de casa donde el Sevilla está realizando una campaña absolutamente espectacular.

Tres puntos y victoria ante un rival que nos lo volveremos a encontrar dentro de tres días con una cara bien distinta.

Porque cualquier parecido con el partido de ayer con el del próximo Miércoles va a ser pura coincidencia. Por ambiente, por rivales, por motivación y por todo.

Pero a pesar de los pesares, el Sevilla Fútbol Club le ha ganado a los vascos los tres partidos disputados hasta la fecha. El Bilbao es inferior al Sevilla de todas todas, pero el partido del próximo Miércoles va a ser muy muy distinto.

Ayer se demostró que si no estás al cien por cien, cualquiera te puede amargar una tarde. Ayer un simple barullo tras unmal despeje de Mosquera propició el uno a cero para el Bilbao. Con ése marcador el próximo Miércoles seríamos cadáveres.

Por éso no hay que despreciar a nadie y estar muy muy mentalizados para lo que nos vamos a encontrar el próximo Miércoles en tierras vascas.

Un campo a reventar, unos jugadores hipermotivados que deambulan por la liga pero que ven en la final de Copa la tabla de salvación de 25 años de travesía del desierto en la que se encuentra sumido el equipo emblema del País Vasco.

Pero desde luego queda clara una cosa. Por mucho ambiente que se prepare, por muchas ganas que le pongan los bibaínos, por muho lo que quieran ustedes, la eliminatoria será lo que el Sevilla quiera que sea.





Si ponemos los dos equipos al cien por cien de revoluciones como si fuesen motores de coches de carreras, el Sevilla es un Ferrari y el Bilbao un coche que aspira a puntuar.

Anque éso sí, los Ferrari también se rompen de vez en cuando. Y éso es lo que no debe de ocurrir bajo ningún concepto.

Ojalá se recupere por ejemplo Luís Fabiano, vuelva Escudé y alguno más y Jiménez pueda elegir por fín el equipo más adecuado para afrontar la vuelta con absolutas garantías.

Tres días quedan. No va más.

1 comentarios:

Talibán Sevillista dijo...

Como bien dices, la eliminatoria será lo que quiera el Sevilla FC.
Pienso que por mucho que apriete San Mamés en el partido del miercoles nuestro equipo está habituado a estas situaciones, incluso peores.
Al Athletic le hemos ganado tres veces esta temporada. Dos de los tres resultados posibles nos valen, y nadie puede negar que hemos jugado con el motor a medio gas. Si ellos han reservado a Llorente, nosotros hemos reservado a Navas y Luis Fabiano, y Kanouté cansado y con una pierna amarrada a la espalda es mejor que todos ellos
Un saludo