VUELVE LA NORMALIDAD

Tras la semana de descanso que en España se le otorga por el artículo treinta y tres a los futbolistas, porque así lo exigen ellos en su sindicato, veáse AFE, el Sevilla Fútbol Club vuelve en el día de hoy al trabajo en la Ciudad Deportiva.

Como envidio en ésto de arriba al fútbol inglés. Allí tienen por norma jugar cada tres días aproximadamente en fechas navideñas, aprovechando que hay muchísimos aficionados de vacaciones y pueden ir entre semana con sus hijos al fútbol.

Allí los futbolistas se quejan, pero tragan. No hay otra posibilidad.

Pero bueno. ¡Que le vamos a hacer!

Toca comenzar a entrenar. Y el primer entreno postnavideño será hoy a las 19,00 horas en la Ciudad Deportiva.

Salvo retrasos desconocidos o de última hora, debe de entrenar todo el grupo de jugadores salvo los lesionados de larga duración, a los que por desgracia hay que unir a Ernesto Javier Chevantón, que definitivamente no tiene fecha de vuelta.

Igual puede ser en tres días, mañana o dentro de cuatro meses. Anda el uruguayo entrenando en solitario a la desesperada y haciendo ejercicios específicos para fortalecerse la parte de arriba de la rodilla. No se ha ido a su país de vacaciones y el hombre está empezando a arrojar síntomas de desesperación, pues en el horizonte se atisba una operación delicada que le obligaría a perderse practicamente lo que queda de temporada, y éso sería el colomo para un jugador lastrado por las lesiones desde el momento justo en que aterrizó en nuestro club.

Debe de entrenar todo el grupo, aunque ya hay dos futbolistas que tardarán unos cuantos días más en aparecer por Sevilla.

Son en concreto Aquivaldo Mosquera y Lautaro Acosta que se incorporarán después de Nochevieja, y comenzarána trabajar con el grupo el día 2, es decir el próximo Viernes.

El motivo es que ambos están recibiendo trabajo de fortalecimiento de los tobillos bajo la mirada y vigilancia de kinesiólogos.

Además, y según dicen los servicios médicos del club, el colombiano Mosquera está realizando también un trabajo específico para ganar velocidad.

En cualquier caso y salvo éstas incidencias, la vuelta al trabajo es ya una realidad, y hay que ponerse las pilas pero de verdad, pues un necesitadísimo Osasuna con el ínclito Camacho al frente se ve en el horizonte lejano aún de seis días, pero ya resopla, como dirían en Moby Dick.