Hace unos días, se anunciaba a bombo y platillo el regreso de la selección española de fútbol al estadio donde aún figura como imbatida, al Ramón Sánchez Pizjuán.
La noticia en pleno 50 aniversario de la bombonera de nervión, ha sido acogida con ilusión por toda la ciudad en general, y por el sevillismo en particular, sobre todo por los más jóvenes del lugar que tendrán así la oportunidad de ver in situ a la actual campeona de europa de selecciones nacionales.
Pero lo que en un principio se acogió de forma ilusionante, y no tiene porque no ser así, se está convirtiendo en una especia de pequeño calvario para un chaval que está ahora mismo en el punto de mira de muchos dimes y diretes futbolísticos.
Y me estoy refiriendo a Jesús Navas.
El palaciego, figura desde tiempos inmemoriales en la mente de todos y cada uno de los seleccionadores nacionales españoles que han pasado por el banquillo de la selección nacional para su inclusión en el once de España.
Calidad tiene para dar y tomar y a mí no me cabe ninguna duda que Jesús se haría con extrema facilidad con la camiseta de titular por la banda derecha de la selección sin prácticamente oposición alguna, ya que todo lo que hay por detrás de él es inferior bajo mi punto de vista a las cualidades de nuestro jugador en cuanto a extremo derecho puro y duro se refiere.
Pero Jesús, arrastra por su carácter, por su complicada forma de ser una lacra en cuanto a carácter. Y ése defecto le ha llevado incluso a tener que abandonar en dos ocasiones la concentración de pretemporada del Sevilla e irse para casa a trabajar en solitario en la Ciudad deportiva.
Pues bien, se está intentando meter con calzador la noticia de que Jesús Navas, aprovechando que el amistoso contra Inglaterra es aquí en su tierra, en Sevilla podría ser convocado para que debutase con el once español por Vicente del Bosque, que es público y notorio que le quiere en la selección y que se está precupando por el estado y predisposición del futbolista en vestir la camiseta española.
Todo ésto está muy bonito. Sinceramente a mí me da exactamente igual que el palaciego juegue en la selección o no. Es más si me diésen a elegir a mí personalmente yo no quisiera verlo de internacional. Es prestigio para él, por supuesto, incluso ilusionante.
Pero sin lugar a duda alguna, sería un motivo más de preocupación para el club y para todos nosotros. De por medio está el tema de las siempres posibles lesiones en los combinados nacionales, y nosotros estamos ya escarmentados de ésto. Pero por otro lado y es lo que más me preocuparía está la posibilidad de que a Jesús Navas le pueda o le pudiése la presion tremenda que iba a tener a su alrededor en caso de ser convocado por Del Bosque.
Si por ejemplo le convocara, y Jesús a última hora se viese superado por los acontecimientos y abandonase el barco porque no puediése con la carga, le iba a caer una encima de padre y muy señor mío.
Y no me refiero a palos, sino a que la prensa comenzaría de nuevo a resucitar fantasmas en cuanto a su personalidad complicada para relacionarse que actualmente estaban entrando en la fase del olvido.
Por éso a mí me dan miedo éstas conjeturas. Su representante salió ayer al paso diciendo que a Jesús se le debe de presionar sólo lo justo y que el tema está empezando a agobiar al futbolista.
Y yo me temo lo peor. Y éso que de momento la cosa está medio paradita con las vacaciones y por la lejanía del partido y de la convocatoria.
Pero por muy lejana que esté, llegar va a llegar. Y convendría que con éste tema se tuviése muchísimo cuidado, tanto por parte de la federación española como por parte de los medios, porque se puede desesetabilizar al futbolista, que dicho sea de paso está haciendo un auténtico temporadón, y por todo ésto puede pagar el que paga siempre que no es otro que el Sevilla Fútbol Club, que paga religiosamente al futbolista y que necesita como el comer a un Jesús Navas enchufado y centrado sólo en lo que se tiene que centrar, que no es otra cosa que defender a muerte el escudo como lo hace y deleitar a su gente con su juego incomparable por la banda derecha del Ramón Sánchez Pizjuán.
Por todo ésto digo que pasará lo que tenga que pasar, pero por favor no agobien al futbolista porque tanto agobio puede dar al traste con la temporada del palaciego en su club.
La noticia en pleno 50 aniversario de la bombonera de nervión, ha sido acogida con ilusión por toda la ciudad en general, y por el sevillismo en particular, sobre todo por los más jóvenes del lugar que tendrán así la oportunidad de ver in situ a la actual campeona de europa de selecciones nacionales.
Pero lo que en un principio se acogió de forma ilusionante, y no tiene porque no ser así, se está convirtiendo en una especia de pequeño calvario para un chaval que está ahora mismo en el punto de mira de muchos dimes y diretes futbolísticos.
Y me estoy refiriendo a Jesús Navas.
El palaciego, figura desde tiempos inmemoriales en la mente de todos y cada uno de los seleccionadores nacionales españoles que han pasado por el banquillo de la selección nacional para su inclusión en el once de España.
Calidad tiene para dar y tomar y a mí no me cabe ninguna duda que Jesús se haría con extrema facilidad con la camiseta de titular por la banda derecha de la selección sin prácticamente oposición alguna, ya que todo lo que hay por detrás de él es inferior bajo mi punto de vista a las cualidades de nuestro jugador en cuanto a extremo derecho puro y duro se refiere.
Pero Jesús, arrastra por su carácter, por su complicada forma de ser una lacra en cuanto a carácter. Y ése defecto le ha llevado incluso a tener que abandonar en dos ocasiones la concentración de pretemporada del Sevilla e irse para casa a trabajar en solitario en la Ciudad deportiva.
Pues bien, se está intentando meter con calzador la noticia de que Jesús Navas, aprovechando que el amistoso contra Inglaterra es aquí en su tierra, en Sevilla podría ser convocado para que debutase con el once español por Vicente del Bosque, que es público y notorio que le quiere en la selección y que se está precupando por el estado y predisposición del futbolista en vestir la camiseta española.
Todo ésto está muy bonito. Sinceramente a mí me da exactamente igual que el palaciego juegue en la selección o no. Es más si me diésen a elegir a mí personalmente yo no quisiera verlo de internacional. Es prestigio para él, por supuesto, incluso ilusionante.
Pero sin lugar a duda alguna, sería un motivo más de preocupación para el club y para todos nosotros. De por medio está el tema de las siempres posibles lesiones en los combinados nacionales, y nosotros estamos ya escarmentados de ésto. Pero por otro lado y es lo que más me preocuparía está la posibilidad de que a Jesús Navas le pueda o le pudiése la presion tremenda que iba a tener a su alrededor en caso de ser convocado por Del Bosque.
Si por ejemplo le convocara, y Jesús a última hora se viese superado por los acontecimientos y abandonase el barco porque no puediése con la carga, le iba a caer una encima de padre y muy señor mío.
Y no me refiero a palos, sino a que la prensa comenzaría de nuevo a resucitar fantasmas en cuanto a su personalidad complicada para relacionarse que actualmente estaban entrando en la fase del olvido.
Por éso a mí me dan miedo éstas conjeturas. Su representante salió ayer al paso diciendo que a Jesús se le debe de presionar sólo lo justo y que el tema está empezando a agobiar al futbolista.
Y yo me temo lo peor. Y éso que de momento la cosa está medio paradita con las vacaciones y por la lejanía del partido y de la convocatoria.
Pero por muy lejana que esté, llegar va a llegar. Y convendría que con éste tema se tuviése muchísimo cuidado, tanto por parte de la federación española como por parte de los medios, porque se puede desesetabilizar al futbolista, que dicho sea de paso está haciendo un auténtico temporadón, y por todo ésto puede pagar el que paga siempre que no es otro que el Sevilla Fútbol Club, que paga religiosamente al futbolista y que necesita como el comer a un Jesús Navas enchufado y centrado sólo en lo que se tiene que centrar, que no es otra cosa que defender a muerte el escudo como lo hace y deleitar a su gente con su juego incomparable por la banda derecha del Ramón Sánchez Pizjuán.
Por todo ésto digo que pasará lo que tenga que pasar, pero por favor no agobien al futbolista porque tanto agobio puede dar al traste con la temporada del palaciego en su club.
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