LOS PIES EN EL SUELO

lunes, 15 de diciembre de 2008

Son curiosas las diferentes tendencias que éste bendito deporte llamado fútbol, combinado con ésa maravillosa, única e inigualable pasión que tenemos todos y que se llama Sevilla Fútbol Club son capaces de proporcionar en un plazo tan corto como son nueve días.

En tan sólo nueve días, hemos pasado del más de los absolutos desastres, del pesimismo más recalcitrante y también fuera de lugar, a la euforia desmedida, al verlo todo bien y al "el próximo Domingo dormimos segundos fijo" que estoy leyendo y escuchando desde que ésta mañana me puse en funcionamiento.

Y que conste que yo, el primero, también me dejo arrastrar o llevar por ésa corriente positiva que nos arrastra ahora mismito tras ése fantástico seis de seis si unimos los triunfos del Bernabeu y de ayer frente al Villareal, dos rivales directos a los que nos hemos merendado dando una imagen buena, muy buena mejor dicho.

Pero todos debemos de ser conscientes que la vara de medir, ésa vara de medir que en cualquiera de sus extremos, tanto el positivo como el negativo, tanto daño nos puede hacer debe de tener un punto de equilibrio o punto intermedio al que acogernos y que marque las auténticas realidades de nuestra entidad.

Y lo digo más que todo para evitar caidas que nos hagan daño y frenar euforias lógicas por la sensacional marcha de nuestro equipo, pero que se pueden volver en nuestra contra en una mijita de nada y apenas no nos entre ése gol o nos lo marquen por contra en fallo de cualquier tipo o índole.

Ni antes éramos tan malos cuando conseguimos un uno de seis en casa frente a Valencia y Barcelona, ni ahora despues del seis de seis nos vamos a salir de la tabla y vamos sobre todo a ganar en Mallorca porque sí.

Además, covendría recordar que en tan sólo 72 horas nos jugamos la vida, aquí si que no hay vuelta de hoja, en Génova ante un equipo italiano que se la juega también, jugando al amparo de su afición, en un campo complicadísimo con una tremenda fama en Italia de ser históricamente de los estadios más dificiles de asaltar como visitante de todo el Calcio.

La cita en el Ono Estadi, aúnque cercana en el tiempo, se me antoja todavía lejos, muy lejos porque entre medias tenemos un examen de navidad que de ganarlo no diría gran cosa por ser "obligación", bendita obligación de grande eso sí. Pero que en caso de no superar supondría un fracaso deportivo en toda regla y sin tapujos que serviría para que la vara de medir a la que me refería al principio se fuese al extremo del pesimismo y volviera a renacer el espíritu del uno de seis, olvidándonos con facilidad del seis de seis.

Por éso, todos tenemos y debemos de tener la guardia alta. Tenemos que vivir hasta el Jueves con el pensamiento único de Génova metido entre ceja y ceja. No hemos hecho nada aún y ésta faena tan complicada hay que rematarla con una estocada hasta la bola que se hunda en el hoyo de las agujas de los genoveses, y que entre todos empujemos la empuñadura para hundirla más y más.

Bien está el gozar de la victoria de ayer, es una gozada mirar cualquier página deportiva y ver la clasificación de nuestro sevilla del alma, pero no caigamos en errores en forma de euforia desaforada y tengamos los pies en el suelo. Sigamos con el paso a paso en ésta larguísima carrera de fondo que es la competición y la temporada completa. Vamos muy bien situados y estamos vivitos y coleando en todos los frentes, pero el Jueves me da miedo.

Y ése miedo es conjunto tanto en la posibilidad de caer eliminados, que las hay, como en la repercusión mediática (en menor medida para mí) y a nivel de afición (es lo que más me preocupa)que puede acarrear una debacle de éste tipo.

Por éso intentemos equilibrar la vara de medir y que ésta no se vaya hacia un lado o hacia el otro. Que se quede nivelada. Que sólo miremos el partido que se nos avecina inmediatamente, y que las derrotas que lleguen, se olviden de forma y manera rápida y tal y como se olvidan las victorias grandes como la de ayer.

Sólo Génova y más Génova. Lo demás, tanto el pasado como el futuro no me aporta ya nada. Apretemos los dientes todos a una y dejemos el azúcar para cuando las calores de Junio estén presentes, si es que se puede azúcar entonces por supuesto.

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