EL FILIAL

En días de auténtica bonanza deportiva en cuanto al primer equipo se refiere y en vísperas del primer enfrentamiento de la fase de grupos de la Uefa Cup, no puedo evitar dejar constancia en éste espacio de la red de la situación actual del Sevilla Atlético.

Un Sevilla Atlético que cumple su segunda temporada consecutiva en la división de plata del fútbol español y que tras un debut la pasada temporada de sobresaliente, está suspendiendo de momento en el actual ejercicio merced a una trayectoria muy pobre en resultados que le tiene condenado a ocupar uno de los puestos que darían con sus huesos en la segunda división b, de la que tanto costó salir.

Y no precisamente se puede hablar de que en el filial haya falta de calidad. Ni muchísimo menos.

Yo sinceramente opino que en Sevilla Atlético hay varios jugadores y en varias posiciones que están predestinados a hacer cosas importantes en el fútbol español o internacional en los próximos años.

Lógicamente todos no pueden subir al primer equipo, pero desde luego que futbolistas como Cala, Cordero, Armenteros, Perotti, Vargas, José Carlos y alguno otro más que por desgracia no estamos viendo, tendrán sitio en algún equipo que les permita cumplir el sueño de ser futbolistas profesionales.

Sin embargo yo ahora mismo no se cuales son las cartas a las que está jugando el club con respecto al filial.

La primera y más importante misión u onjetivo de un equipo filial es la de formar jugadores para su equipo élite que en éste caso es el Sevilla. Pienso que en éste sentido, algunos de los que están nombrados más arriba llegará a ser integrante del plantel profesional más pronto que tarde. Por ahí la cosa no va nada mal. Seguimos sacando y formando chavales como toda la vida de dios ha ocurrido con una cantera tan prolífica como es la nuestra.

Ahora bien: ¿Queremos que éstos chavales y los que vienen detrás se formen en segunda división o por el contrario es indiferente la categoría en la que se milite?.

Yo creo que aquí está el quid de la cuestión.

Porque si queremos que los chavales se formen en la división de plata, es indudable que las cosas no se están haciendo bien. Pues por ejemplo a mí me parece totalmente inconcebible que un equipo que tiene dos bandas conformadas por Armenteros y Perotti, lleve a favor cuatro goles tan sólo en ocho jornadas. Un gol cada dos partidos.

Es indudable que si queremos mantenernos en la división de plata a toda costa, el club tiene que hacer un esfuerzo en el mercado de invierno y traer un delantero de garantías, joven y con proyección para que enchufe lo que éstos dos extremos por ejemplo son capaces de crear.

¿Que ése delantero es complicadísimo de encontrar primero y de traer barato después?. Pues claro, que quieren que les diga. Éso lo sé yo. Pero también sé que con la nula capacidad de hacer gol que el filial tiene, el próximo año estamos en segunda b sí o sí como suele decir mi presidente.

Pero claro ¿cortaría la incorporación de éste delantero la progresión de nuestros chavales que están criados en la Ciudad Deportiva?. Dificil tesitura ¿no?.

Aquí viene la segunda parte. ¿Consideramos una tragedia el descenso de categoría del filial?


Hombre una tragedia propiamente dicha creo que no deberíamos de considerarlo, la verdad.

Pero yo sí soy de la opinión que cara a la formación de éstos niños, la segunda división con todo lo que ello conlleva tales como viajes, estadios de primera, rivales de primera con jugadores de primera enfrente, les es bastante más formativa que jugar en campos de segunda b.

Además del lógico prestigio y solera para una entidad como la nuestra. Es tela de bonito presumir de que nuestro filial está codeandose con equipos que no hace mucho entraban en el bombo de champions, o eran campeones de copa o se metían en Uefa por ejemplo.

Sin embargo observo con preocupación como jornada tras jornada se demuestra que el filial no tiene tirón entre los aficionados. Ir a ver un partido del Sevilla Atlético al estadio Ramón Sánchez Pizjuán es exactamente igual que si fuésemos a ver un partido de empleados de una empresa cualquier Sábado del año. El aspecto de las gradas es desolador. Absolutamente desolador.

Y ahí creo que nos estamos columpiando los aficionados. Yo el primero.



Y no sólo éste año, el año pasado también. Y lo sé porque yo he ido a ver al filial y lo he comprobado con mis ojos. Y no me vale la excusa que se está poniendo de moda entre el Sevillismo de que ésta desidia que da ir a ver al filial es provocada por los planteamientos tácticos de Fermín Galeote, al que ante la irrefutable e intachable marcha de Jiménez en el primer equipo parece que le va a tocar ahora hacer de estera ante los que no están contentos nunca con nada ni con nadie.



Desconozco totalmente las intenciones del club con respecto al filial, pero desde luego no voy muy descaminado al afirmar lo que antes decía. O se hace un esfuerzo económicamente hablando para comprar gol y que venga de fuera u optamos por formar contra viento y marea los delanteros que hemos criado desde pequeñitos en la carretera de Utrera y si nos tenemos que ir a la segunda división b, pues nos vamos con ellos y ya está.

Para mí sería una pena perder una categoría en la que modestamente opino que con la calidad que existe en ésa joven plantilla y a poco que hubiése ése killer del que hablo y que visto lo visto no tenemos, deberíamos de mantenernos con cierta comodidad. Máxime cuando nos llevamos muchos años de desilusiones en los malditos play offs de ascenso con muchas lágrimas derramadas por los que hoy son figras en primera división.

No sé cual será la vía o la política que el club tome con éste asunto, pero lo que sí se es que aún reconociendo que casi mi única prioridad es el primer equipo, a mi me da mucha pena ver como el filial se está convirtiendo en una máquina de perder partidos cuando creo que no debería de ser así.

En fín, que ojalá el club acierte con su apuesta y ojalá todos hagamos un pequeño esfuerzo y asistamos más a apoyar a éstos chavales, muchos o algunos de los cuales defenderán el escudo de nuestra entidad en un futuro no muy lejano.

Pienso que se lo merecen.