Demasiadas cosas en contra en el partido de ayer para intentar siquiera que la cosa hubiése acabado bien.
Demasiadas cosas, empezando por nosotros mismos que regalamos el primer gol ( fallo de Palop ) y regalamos el tercer gol mediante un penalti alocado, inútil y de locos de Aquivaldo Mosquera que ya vuelve a tener a todas las guadañas que pululan por la prensa sevillana apuntando a su cabeza. Estuvo muy desafortunado el Sevilla en éstas acciones en concreto. Por no llevarnos a Hinkel por ejemplo, acabamos jugando con Martí de lateral.

Demasiadas cosas. Demasiadas faltas inexistentes señaladas por un señor de negro que nos acribilló y que nos hizo un arbitraje demencial. Para mí no hay falta en el primer gol ni en el segundo. La amarilla a Dani Alves la segunda, para mí cuanto menos es discutible. ¿Si ésta es sancionable porque otras no lo son? Lo de siempre. Una falta de rigor y unificación de criterios que siempre beneficia a los mismos y perjudica a los mismos.

Excepional el momento de forma de Luis Fabiano, que ya es el pichichi de la liga. Además ha igualado el record de Toni Polsterde marcar en cinco partidos consecutivos.

En fín por todo esto y por más se puso la cosa imposible. Una pena. Una pena porque a mi me da la impresión de que somos bastante más equipo que el Villarreal.
En fín dentro de la amargura, a pensar en la copa mañana con el Denia, y a rezar para recuperar defensas a pasos forzados.
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