A CONQUISTAR NAVARRA

No me acuerdo muy bien de que año estoy hablando. Y lo peor es que no me apetece buscarlo.

Hablo de los primeros años de la decada de los noventa.

Por motivos laborales, me encontraba en Castellón. Además era fin de semana. Volvía para Sevilla el Lunes. Pero era Domingo y mi Sevilla Fútbol Club, jugaba aquella tarde de Domingo en el Sadar.

No había Internet, ni "peiperviu", porque así lo decimos todos ¿no?, ni mi vieja radio naranjita con una antena desplegable lograba sintonizar nada, en la habitación de un hotel en Castellón.

Y mi Sevilla, jugando y yo sin poder saber lo que estaba pasando.

Hasta que se me iluminó la lucecita. ¡Coño, el teletexto!. Y del teletexto eché mano.

Dos horas, dos largas horas me pasé mirando la pantallita del puñetero televisor, viendo como cada diez minutos más o menos se actualizaban los resultados.

Y marcaban unos y otros, pero el cero de mi Sevilla, siempre se mantenía así, a cero.

Hasta que en una de ésas actualizaciones, zas, cero a uno. Y yo saltando encima de la cama de aquel hotel de Castellón. Y más salté aún cuando vi una F después del uno del Sevilla.

El Sevilla había ganado en Pamplona con gol de Rafa Paz.

No sé muy bien el año, pero sé que desde entonces ha llovido ya mucho. Demasiado diría yo.

No se ha vuelto a ganar allí desde entonces.

Lo que entonces era un partido en el norte, un partido más, en la actualidad se ha convertido en un partido en el que jugamos contra un rival que nos tiene ganas.

Éstos partidos con Osasuna, se han ido enquistando con el paso del tiempo. Son siempre partidos desagradables para la vista, partidos broncos, partidos de barrios bajos, y partidos que en contadas ocasiones acaban como tienen que acabar todos, es decir sin incidentes y sin piques.

Recuerdo el partido de la nieve, el partido de semifinales de Uefa, aquella mano de Aloisi, o aquellas palabras presuntamente dichas por ése tipejo llamado Ciganda, que gracias a Dios, hoy no deambulará por la zona técnica de Osasuna.

Llegamos en el tercer artido de liga a terreno hostil. Pero llegamos tras dos victorias consecutivas, una en liga y otra en Champions.

Y llegamos para abrir una semana futbolistica donde el Sevilla, bajo mi punto de vista tiene una oportunidad muy bonita para sumar un nueve de nueve en lo que va de hoy Sábado al Sábado que viene. Osasuna-Mallorca y Bilbao. Dos en el norte y uno en la bombonera.

No es fácil. Claro que no. Nosotros tenemos un equipazo y un plantillón. Pero no somos ni el Madrid ni el Barça. Nosotros tenemos que ganar imponiéndonos por casta, por actitud y también por supuesto porque somos mejores que Osasuna.

No es excusa alguna, que el mejor delantero centro del mundo en la actualidad no haya viajado a tierras pamplonicas. Para nada.

Tenemos a Kanouté, a Negredo y a Koné. Hasta Chevantón, que no cuenta para nada, sería la máxima figura del equipo que hoy tendremos enfrente.

Tampoco me vale el salir en plan "más macho que nadie, porque somos el Sevilla". Tampoco.

Hay que hacer las cosas bien. Madurarlas y a la mínima tirarse al cuello del rival con toda la artilleria pesada. Hay que traerse los tres puntos del Reino de Navarra, porque hay que aprobar ya un examen fuera de casa. Y hoy, deberíamos de sacar nota.

Me importa un pito si jugamos con uno, con dos o con tres delanteros.

Me importa dos pitos si jugamos de tacón a la primera, o jugamos al pelotazo directo.

Lo que si me importa tres pitos, es sumar de tres en tres. Y que hoy, el Sevilla tenga seis puntos en su casillero, cuando me disponga a ver el Barcelona-Atlético de Madrid allá por las diez de la noche.

Hoy no habrá teletexto, ni radio naranjita, ni nada de éso.

Hoy habrá Gol Tv y Befeeter con Cola. Y mucho nervios. Como siempre que juega que mi Sevilla.

Suerte a mi Sevilla, y ojalá pueda sentir de nuevo ésa satisfacción cuasi orgásmica (y digo cuasi por no afirmarlo tajamente), que siento cuando veo que mi Sevilla marca un gol más que los que tenemos enfrente.

Juegue quien juegue, el objetivo son los tres puntos.

NO HAY EXCUSA.