SPORTING GIJON 1-0 SEVILLA FC

Antes de entrar con el análisis del partido, quiero aclarar que por motivos ajenos a mi persona me ha sido imposible entrar en el blog para actualizarlo desde el pasado Sábado, por lo que ruego a los amigos que aquí entran disculpen el que no haya podido realizar el análisis del partido hasta ahora en el que parece que se ha solucionado un problemilla que no alcanzo bien a entender.

Dicho ésto vamos a lio.

Porque como auténtico lío se puede describir el partido que pudimos verle a nuestro Sevilla el pasado Domingo en El Molinón, donde un equipo de medio pelo, sólo con intensidad, ganas y ordenadito, nos volvió a pintar la cara tal y como siete días antes habia hecho el Rácing, aunque a los cántabros les considero más equipo que a los asturianos.

Por segunda vez en siete días, somos absolutamente incapaces de hacerle un gol a un equipo con diez futbolistas durante una hora de partido.

Y aunque no se dio la horripilante imagen del día del Rácing de Santander, lo del Domingo y bajo mi punto de vista volvió a ser muy penoso para todo aquel que siente en rojiblanco.





El Sevilla está cayendo en una dinámica de juego plano, absurdo y muy muy previsible que a mí al menos me está empezando a preocupar, y no un poco sino un muy mucho.

No es de recibo que no tengamos absolutamente ningún recurso para doblegar a equipos que simplemente nos cierran las bandas, se ordenan atrás y salen a la contra.

Mira que es plano lo que he comentado que nos hacen. O simple.

Bueno pues nosotros estamos cayendo muchas veces ya en el pelotazo de Palop o de Escudé a Kanouté y pare usted de contar.

Fijáos que más incluso que la derrota, me preocupa tela marinera ésa falta de recursos, ésa falta de cambiar de sistema o de posiciones sobre la marcha que tiene que tener un entrenador de nivel y que algunas veces Manolo Jiménez no saca a relucir para su desgracia y la nuestra.

Porque no es fácilmente explicable la posición de Romaric en el campo. Como tampoco me explico que creación de juego puede aportar un centro del campo conformado por Fazio y Duscher.

No entiendo el acarajotamiento general del equipo en el primer cuarto de hora, donde Palop, San Palop mejor dicho detuvo un penalti dándonos vida y donde en una contra nos hacen el gol, con un centro al segundo palo en el que Crespo mira de forma complaciente como nos taladran el marco. Y digo "mira" porque es lo único que hace, mirar.





Cheva a pesar del desbarajuste está a punto de conseguir que nos metamos a la caseta con empate. Pero una vez más, tiró poe dos veces consecutiva al muñeco. Es increible la cantidad de ocasiones que Cheva necesita para hacer gol. Deseperante ciertamente.

En el descanso Jiménez intentó recomponer un poco el caos. Quitó a Romaric y metió a Kanouté. Luego salieron Acosta y Renato. Pero no era el día. No salía nada de nada y con una desesperación agobiante vi como los minutos pasaban a la velocidad del rayo y aquello se perdia sin más remisión.

Menos mal, que tanto Atlético de Madrid como Villarreal, están peor que nosotros e hicieron sendos y espantosos ridículos ante Valladolid y Dépor.No así el Valencia que se nos acerca a sólo un punto, y el Real Madrid que se nos va de seis.

Urge una victoria en liga el próximo Sábado. Urge ganarle a un equipo de la cola que nos visita. Aunque no se si decir que lo de que sea un equipo vulgar y malo, es bueno o es malo. Porque son precisamente éstos partidos los que se atragantan una vez sí y otra también.





Sé que mañana Miércoles hay un partido importantísimo en Nervión, y sólo vale pensar ya en él. Pero me preocupa muchísimo el partido del próximo Sábado, porque no podemos pasarnos otra jornada mas sin ganar, ante equipos de medio pelo, sin hacer gol y creando muy muy poquitas ocasiones de gol.

Pero bueno, haré de tripas corazón y miraré sólo hasta el Miércoles.

Pero que conste que me preocupa lo del Sábado, y mucho compañeros, y mucho.

Para terminar con el post del partido del Domingo, sólo quiero decir que el comportamiento del técnico del Gijón, fue absolutamente penoso, durante y después del partido. Pero penoso de verdad. Muy poca clase tiene el señor Preciado comportándose como se comportó con el Sevilla el Domingo.

Absolutamente patético. Pero en fin. Él allá.