SEVILLA ATLÉTICO 2-3 ALICANTE

domingo, 25 de enero de 2009

Grotesca y cruel derrota en la mañana de hoy del Sevilla Atlético frente a un igual de su categoria, por dos goles a tres en un partido con muy mala baba en su desenlace final y que sin lugar a duda alguna ha tenido que caer como una losa en la deteriorada moral de las jóvenes promesas sevillistas.

Y éso que la mañana (tremendamente desapacible),comenzó con alegrías en forma de goles.

En especial me llenó de satisfacción el primer gol del filial pues su autor fue Manolito Redondo, futbolista éste que tras dos gravísimas lesiones sufridas de forma consecutiva además, jugaba hoy de titular y lograba adelantar al filial de un cabezazo espléndido a los 21 minutos de juego.

Toda la primera parte fue un dominio y control absoluto del filial.

Éste control y dominio se vió corroborado por segunda vez con un tanto de Fali justito antes de cumplirse el tiempo reglamentario y enfilar el camino de vestuarios.

Ése camino, lo enfilaron los chavales con la sensación verdadera de que los deberes estaban hechos y que a poco que la lógica se impusiera, podrían rematar la faena definitivamente en la segunda mitad.

Una segunda mitad que mantuvo en sus compases iniciales la misma tónica de la primera mitad, aunque eso sí, con menos llegadas del filial y un poquito de amague de despertar del Alicante, que dicho sea de paso se veía en ésos momentos por detrás del Sevilla Atlético en la clasificación general de la segunda división.

Pero cuando algo o alguien tiene un gafe persiguiéndolo, éste acaba apareciendo.

Y lo que parecían tres puntos de una tacada por fin acabó convirtiéndose en una auténtica película de terror en la última fase del partido.

En el ecuador de la segunda mitad, un derribo del autor del primer gol sevillista Manolo Redondo al foráneo Fernando dentro del área es considerado por el árbitro penalti. Pero no sólo penalti, sino que el tio decide también expulsar a Redondo.

Ni así fue capaz el Alicante de batir a Vargas que detuvo la pena máxima.

Pero el daño estaba hecho. El filial pierde absolutamente el norte, da ochocientos pasos hacia atrás y le da vida al Alicante.

Y claro entre ésto y el señor gafe que nombraba yo antes, pues pasó lo que no se creía pero se intuía.

En los últimos veinte minutos de partido con un filial aculado en tablas el Alicante se convirte en un vendabal (ver para creer) y le hace no uno ni dos sino tres goles al filial, cayendo el último de ellos en el minuto 90 para desesperación de unos chavales desquiciados y que sencillamente ya no saben que hacer para lograr una victoria.

Yo pienso que el filial éste año deportivamente hablando es un auténtico caos. Se cumple la misión de formar a niños, de acuerdo, pero no puedo evitar sentir mucha tristeza de ver un equipo que siempre ha sido sinónimo de alegría y frescura deambular por los terrenos de juego convirtiéndos en un grupo perdedor.

Ahora bien, al menos lo de hoy aparte de cruel ha sido muy injusto.

Demasiado diría yo.

Pero en fin, sólo queda que el Lunes levanten la cabeza y ojalá éste grupo de chavales puedan anotarse una victoria el próximo Sábado a las 18,30 horas en la Ciudad Deportiva frente al Albacete, que tampoco anda nada de bien.

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