Objetivo y misión cumplida.
Por suerte para nosotros, y por el buen trabajo realizado hoy por los hombres de Manolo Jiménez el Sevilla Fútbol Club, ha conseguido dejar encarrilado su pase a los dieciseisavos de final de la Uefa Cup.
Lo hemos dejado encarrilado, que no hecho, pues la Sampdoria ha sido goleada en Lieja ante un gran Standard y se tendrá que jugar su supervivencia en ésta competición precisamente contra nosotros en Génova dentro de dos semanas.
Pero éso será otra historia que ahora mismo queda lejana en el tiempo.
Lo primordial era que hoy había que ganar por lo civil o por lo criminal, y el Sevilla lo ha conseguido. Y además de forma holgada, sin apuros de ningún tipo y demostrando a las claras que el Partizán no era un rival a la altura de lo que hoy es el Sevilla.
No ha sido un partido en líneas generales para tirar cohetes, no ha sido un espectáculo que recordaremos toda la vida, pero al fin y al cabo sí hay que reconocer que el equipo, al menos en la segunda parte, se ha soltado un poquito más de lo que nos tenía acostumbrado últimamente y ha ofrecido retazos y detalles de gran fútbol.
Con cuentagotas, pero a ratos se ha divertido el personal.
Otro asunto fue la primera mitad. Una primera mitad que comenzó con un susto atroz, terrible y que trasladó la mente de todo los que había en el estadio a una tragedia tan cercana que algunos nos temimos lo peor.

Moreira, capitán del equipo Serbio, caía desplomado, pero desplomado totalmente al césped tras una acción no muy clara (después se ha aclarado que fue un choque con Escudé segúin cuentan) y que acabó de helar el ambiente y el ánimo de todos los presentes ante una escena tan dantesca.
Afortunadamente parece ser que todo ha quedado en un terrorífico susto y el jugador aunque se encuentra hospitalizado, no corre peligro de ningún tipo. Gracias a Dios porque yo me temí lo peor ante los gestos de todos los futbolistas que había alrededor de la escena.
En un partido dominado, pero sin profundidad ni ocasiones claras, tuvo que ser el mejor futbolista del Sevilla en lo que va de temporada, el palaciego Jesús Navas el que en una de sus muchas internadas en el área fuése objeto de un derribo que al menos a priori parece penalti claro.
Penalti transformado por el hombre sin cables en la cabeza y que responde al nombre de Luis Fabiano, iban 31 minutos de la primera mitad y aquello amagaba con que el asunto se había acabado.

Tras el descanso el Sevilla no le dió opción alguna al Partizán a creerse alguna machada, ya que al minuto de juego Renato de fantástico tiro desde fuera del área sentenciaba el pleito.
Apartir de ahí se sucedieron los mejores momentos del Sevilla en toda la noche, hasta que el hombre sin cables en la cabeza y que atiende al nombre de Luís Fabiano hacía el tres a cero.
Un tercer gol que puede ser importante, ya que obliga al Standard a ir al menos a empatar a Stuttgart si quiere asegurarse el liderato del grupo y éso nos viene tela de bien.
Si el Standard pierde y nosotros ganamos seremos líderes del grupo.
De ahí la importancia del gol. Si el Standard empata al menos en Alemania, estaremos en la siguiente ronda incluso perdiendo.

Pues desde el tres a cero al final, nada de nada. Cambio de Jesús Navas para evitar desgracias y a otra cosa mariposa.
Así, a bote pronto no me puedo despedir sin decir alto y claro lo bueno que es Renato.
¡Que bueno es!. No hace apenas ruido, parece que no está, pero que habilidad tiene para aparecer cuando tiene que aparecer y donde tiene que aparecer. Que sentido le da al fútbol. Que sencillez pero que clase y que categoría tiene el brasileño.
Además desde que llegó, ni una mala declaración, ni un mal gesto, ni una salida de tono. Perfecto el futbolista brasileño que es el típico futbolista del que nos acordaremos toda la vida cuando ya no le tengamos de futbolista activo con nosotros.
Chorrea sangre el que Renato no sea titular indiscutible en éste Sevilla con el lío que hay en el centro del campo.
Pero bueno, pienso que no es momento de abrir ahora ése asunto en profundidad, y sí es momento de decir que se ha respirado con la victoria de hoy, y que ojalá ésta holgada y fácil victoria sirva para coger confianza, para templar un poquito los ánimos y para que dentro de cuatro días, afrontemos con más confianza la durísima cita que tenemos en la casa del timo arbitral por excelencia.
A dormir tranquilo y a recuperarse del frío, porque vaya tela de verdad la nochecita que se ha aguantado hoy en Nervión.
Mi enhorabuena de corazón a todos los valientes que allí han estado, pues tenía mucho, muchísimo mérito estar allí a la interperie, entre semana y con la que estaba cayendo de frío y agua a veces.
Sois grandes.
Por suerte para nosotros, y por el buen trabajo realizado hoy por los hombres de Manolo Jiménez el Sevilla Fútbol Club, ha conseguido dejar encarrilado su pase a los dieciseisavos de final de la Uefa Cup.
Lo hemos dejado encarrilado, que no hecho, pues la Sampdoria ha sido goleada en Lieja ante un gran Standard y se tendrá que jugar su supervivencia en ésta competición precisamente contra nosotros en Génova dentro de dos semanas.
Pero éso será otra historia que ahora mismo queda lejana en el tiempo.
Lo primordial era que hoy había que ganar por lo civil o por lo criminal, y el Sevilla lo ha conseguido. Y además de forma holgada, sin apuros de ningún tipo y demostrando a las claras que el Partizán no era un rival a la altura de lo que hoy es el Sevilla.
No ha sido un partido en líneas generales para tirar cohetes, no ha sido un espectáculo que recordaremos toda la vida, pero al fin y al cabo sí hay que reconocer que el equipo, al menos en la segunda parte, se ha soltado un poquito más de lo que nos tenía acostumbrado últimamente y ha ofrecido retazos y detalles de gran fútbol.
Con cuentagotas, pero a ratos se ha divertido el personal.
Otro asunto fue la primera mitad. Una primera mitad que comenzó con un susto atroz, terrible y que trasladó la mente de todo los que había en el estadio a una tragedia tan cercana que algunos nos temimos lo peor.

Moreira, capitán del equipo Serbio, caía desplomado, pero desplomado totalmente al césped tras una acción no muy clara (después se ha aclarado que fue un choque con Escudé segúin cuentan) y que acabó de helar el ambiente y el ánimo de todos los presentes ante una escena tan dantesca.
Afortunadamente parece ser que todo ha quedado en un terrorífico susto y el jugador aunque se encuentra hospitalizado, no corre peligro de ningún tipo. Gracias a Dios porque yo me temí lo peor ante los gestos de todos los futbolistas que había alrededor de la escena.
En un partido dominado, pero sin profundidad ni ocasiones claras, tuvo que ser el mejor futbolista del Sevilla en lo que va de temporada, el palaciego Jesús Navas el que en una de sus muchas internadas en el área fuése objeto de un derribo que al menos a priori parece penalti claro.
Penalti transformado por el hombre sin cables en la cabeza y que responde al nombre de Luis Fabiano, iban 31 minutos de la primera mitad y aquello amagaba con que el asunto se había acabado.

Tras el descanso el Sevilla no le dió opción alguna al Partizán a creerse alguna machada, ya que al minuto de juego Renato de fantástico tiro desde fuera del área sentenciaba el pleito.
Apartir de ahí se sucedieron los mejores momentos del Sevilla en toda la noche, hasta que el hombre sin cables en la cabeza y que atiende al nombre de Luís Fabiano hacía el tres a cero.
Un tercer gol que puede ser importante, ya que obliga al Standard a ir al menos a empatar a Stuttgart si quiere asegurarse el liderato del grupo y éso nos viene tela de bien.
Si el Standard pierde y nosotros ganamos seremos líderes del grupo.
De ahí la importancia del gol. Si el Standard empata al menos en Alemania, estaremos en la siguiente ronda incluso perdiendo.

Pues desde el tres a cero al final, nada de nada. Cambio de Jesús Navas para evitar desgracias y a otra cosa mariposa.
Así, a bote pronto no me puedo despedir sin decir alto y claro lo bueno que es Renato.
¡Que bueno es!. No hace apenas ruido, parece que no está, pero que habilidad tiene para aparecer cuando tiene que aparecer y donde tiene que aparecer. Que sentido le da al fútbol. Que sencillez pero que clase y que categoría tiene el brasileño.
Además desde que llegó, ni una mala declaración, ni un mal gesto, ni una salida de tono. Perfecto el futbolista brasileño que es el típico futbolista del que nos acordaremos toda la vida cuando ya no le tengamos de futbolista activo con nosotros.
Chorrea sangre el que Renato no sea titular indiscutible en éste Sevilla con el lío que hay en el centro del campo.
Pero bueno, pienso que no es momento de abrir ahora ése asunto en profundidad, y sí es momento de decir que se ha respirado con la victoria de hoy, y que ojalá ésta holgada y fácil victoria sirva para coger confianza, para templar un poquito los ánimos y para que dentro de cuatro días, afrontemos con más confianza la durísima cita que tenemos en la casa del timo arbitral por excelencia.
A dormir tranquilo y a recuperarse del frío, porque vaya tela de verdad la nochecita que se ha aguantado hoy en Nervión.
Mi enhorabuena de corazón a todos los valientes que allí han estado, pues tenía mucho, muchísimo mérito estar allí a la interperie, entre semana y con la que estaba cayendo de frío y agua a veces.
Sois grandes.
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