RENATO

martes, 16 de diciembre de 2008

Despues de quedar suficientemente analizado el partido del pasado Domingo, y asumida la gran victoria de nuestro Sevilla Fútbol Club frente a un rival directo como es el Villareal, me apetece detenerme un momentito en la figura de un integrnate de nuestra plantilla.

Yo por naturaleza no soy muy dado a personificar las victorias y la marcha impoluta de mi equipo del alma en ningún jugador, en ningún técnico, y si acaso estaría dispuesto a personificar algo sería en la persona del presidente, pero ése es otro debate.

Digo ésto porque considero oportuno hacer un pequeño análisis sobre la figura de éste brasileño que llegó cuando Joaquín Càparrós era morador del banquillo del Sevilla y que tras el paso de Juande Ramos, ahora convive con Manolo Jiménez completando una trayectoria en el Sevilla que el tiempo se encargará de valorar en su justa medida, y que si o si hará del brasileño uno de los jugadores más completos que han pasado por la historia moderna o contemporánea de éste Sevilla con olor a equipo grande y que sólo aspiraba a éso cuando Renato Dirnei aterrizó en la capital de Andalucía.

Éste futbolista fichado de Santos, vino en un principio a cubrir un lugar en el centro del campo del Sevilla. Mediocentro de cierre puro, incluso con tendencia a veces a incrustarse entre los centrales para colaborar en labores de cierre y destrucción y ser el complemento ideal para un jugador creativo que sienta sus espaldas bien cubiertas por un "robador de balones".

Ése más o menos era el concepto de futbolista que yo entendí cuando hace ya varias tempradas se fichó a Santos.

Pero nada más lejos de la realidad. El formidable jugador carioca ha demostrado con el paso de las temporadas que es una auténtica joya, que es un reloj de diseño, de marca y de los caros caros. El brasileño tiene una característica que no es muy habitual en cualquier futbolista y que vale su peso en oro, y que no es otra cosa que la versatibilidad.

Es un jugador que puede actuar tanto de mediocentro puro y duro como de segunda punta, quedando archidemostrado que jugando por detrás del delantero es simple y llanamente letal. Y es letal porque tiene una característica que me llama la atención muchísimo y no es otra que su capacidad tremenda para de la nada aparecer en el sitio y en el momento adecuado para dar el tiro de gracia a la portería rival.

Tiene una visión de lo que va a pasar en unos segundos que es digna de estudio.

Porque Renato, no marca goles porque sea un killer, cosa que convendremos todos que no lo es. Renato marca gles, en el 80% de las ocasiones por anticipación y casi siempre rematando casi a placer el centro de un compañero, o aprovechándose de un mal despeje del cancerbero rival. Y casi siempre sólo.

Pero ése estar casi siempre sólo, no es ni muchísimo menos quitarle ni un ápice de mérito al carioca.

Todo lo contrario. Es ensalzar en mayúsculas la capacidad que dije antes de anticiparse a lo que va a ocurrir. En estar metido de lleno en el juego, en vivirlo a tope y en saber donde estar para rematar tal jugada o tal rebote.

Así, de ésta manera se ha convertido en un segunda punta de auténtico lujo, para unn equipo del Sevilla que en la actualidad y por mor de la lentitud de sus creadores de juego, leasé Maresca y Romaric, necesita tener un hombre que haga de puente entre la fuente de creación de juego y el auténtico killer del equipo, o sea entre Romaric y Kanouté por ejemplo.

Tiene muchísima movilidad, pues tampoco es manco si cae a banda, tanto a la derecha commo a la izquierda. Sólo hay que recordar el golazo que le marcó al eterno rival hace dos temporadas partiendo desde casi el córner izquierdo del gol sur y clavando un golazo de época que significó la victoria.

Tiene la gran ventaja de que si baja a recibir, tiene una capacidad tremenda para tocar rápido a banda o hacer paredes con el delantero, pues conserva su toque de mediocentro puro. Y además, pues si a todo ésto le sumamos que puede jugar perfectamente de mediocentro (su puesto natural), que no es manco en la recuperación de balón y que bajo mi punto de vista tiene un gran toque a balón parado para sacar faltas laterales y corners, creo que nos encontramos ante un jugador diez, que aún no siendo el mejor de los mejores en cada faceta del juego, si está seguro entre los cinco mejores de la liga en cada una de las facetas arriba descritas.

Y para acabar de ensalzar su enorme figura, se podría hablar de su forma de ser.

Una forma de ser que huye de egos, de endiosamientos absurdos. Es llano, humilde, trabajador y está perfectamente integrado en la ciudad y en el club.

En los años que lleva aquí, de su boca no ha salido jamás ni un reproche, ni una queja, ni un mal gesto ni una mala cara, porque es tremendamente inteligente y sabe perfectamente que el camino al éxito se consigue sólo a base de trabajo, de constancia y de aprovechar las oportunidades que le den los técnicos.

Y no sólo las aprovecha, sino que en cuanto coge la onda con algo de continuidad, se convierte en un jugador imprescindible para el Sevilla que es el equipo que tiene la bendita suerte, o que tuvo el excelente ojo clínico de fichar a ésta joya como persona y como futbolista que se llama Renato Dirnei.

Ahora mismo, y por el tan manido tema del estilo de juego de Jiménez es un jugador insustituible, pero ojo en la mediapunta. Ahí hace una labor de incalculable valor para las necesidades del 4-4-1-1 que creo es lo mejor que le viene al Sevilla ahora mismo.

Al que le queden dudas, que tire de estadísticas y seguro que hincará la rodilla, como la hinco yo ante éste futbolista descomunal, con clase dentro y fuera del campo para dar y regalar y que por suerte vista cada siete días el escudo de la mejor entidad deportiva de Andalucía y de parte del norte.

Gracias Renato, gracias crack.

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