Tras un viaje sin retraso (cosa rara), el Sevilla Fútbol Club ha aterrizado con puntualidad británica en tierras belgas para la disputa del segundo partido de la fase de grupos de la Uefa Cup.
Viaje con una ida llena de buenas intenciones, de buenos propósitos y de ilusiones con sabor a dejar casi sentenciada la clasificación para la siguiente ronda, aunque también un viaje de ida cargado de tensión, de prisas o de urgencias por cortar ésa dinámica perdedora en la que llevamos metidos desde hace justito diez días.
Es curioso ¿verdad?, pero en una trayectoria tan larga como es una temporada entera, se mide el estado de un equipo por algunos borrones.
Que injusto.
Sobre todo cuando ves y compruebas como hay gente deseando de que el Sevilla viva una situación de éstas para tirar contra todo lo que se menee, con una mala leche y una falta de criterio que asusta.
Por éso decía antes lo de la tensión, prisas y urgencias.
Hay que reconocer que no estamos bien. Lo ha dicho ésta misma mañana el presidente de la entidad en el aeropuerto. ¿Crisis?, pues sí. La hay.
Pero ya quisiera yo una crisis de "este calibre" cada seis meses. O cada tres. Me da igual.Y que conste que ésto lo digo yo.
Del Nido es el primero que confía en su plantilla. Éso dice de puertas hacia afuera. Y yo le creo. Entre otras cosas porque hace tan sólo diez días éramos una apisonadora.
Justo hasta que el Málaga nos hizo el gol. A partir de ahí, el Sevilla es un caos, un desastre, falla la planificación, Monchi es una manta, se buscan excusas, somos unos perdedores etc etc etc.
Que barbaridad.
Espero con ansia el partido de mañana y espero ver de nuevo al Sevilla grande y fuerte que intimida y que asusta a los rivales.
Pero que a nadie se le olvide que éste Sevilla está muy mermado. Le guste a quien le guste.
Y no es una excusa.
Es la puñetera realidad.
Ojalá tengamos un viaje de vuelta placentero y cómodo.
Algunos lo sufrirán, pero los que amamos al Sevilla lo agradeceremos.
Viaje con una ida llena de buenas intenciones, de buenos propósitos y de ilusiones con sabor a dejar casi sentenciada la clasificación para la siguiente ronda, aunque también un viaje de ida cargado de tensión, de prisas o de urgencias por cortar ésa dinámica perdedora en la que llevamos metidos desde hace justito diez días.
Es curioso ¿verdad?, pero en una trayectoria tan larga como es una temporada entera, se mide el estado de un equipo por algunos borrones.
Que injusto.
Sobre todo cuando ves y compruebas como hay gente deseando de que el Sevilla viva una situación de éstas para tirar contra todo lo que se menee, con una mala leche y una falta de criterio que asusta.
Por éso decía antes lo de la tensión, prisas y urgencias.
Hay que reconocer que no estamos bien. Lo ha dicho ésta misma mañana el presidente de la entidad en el aeropuerto. ¿Crisis?, pues sí. La hay.
Pero ya quisiera yo una crisis de "este calibre" cada seis meses. O cada tres. Me da igual.Y que conste que ésto lo digo yo.
Del Nido es el primero que confía en su plantilla. Éso dice de puertas hacia afuera. Y yo le creo. Entre otras cosas porque hace tan sólo diez días éramos una apisonadora.
Justo hasta que el Málaga nos hizo el gol. A partir de ahí, el Sevilla es un caos, un desastre, falla la planificación, Monchi es una manta, se buscan excusas, somos unos perdedores etc etc etc.
Que barbaridad.
Espero con ansia el partido de mañana y espero ver de nuevo al Sevilla grande y fuerte que intimida y que asusta a los rivales.
Pero que a nadie se le olvide que éste Sevilla está muy mermado. Le guste a quien le guste.
Y no es una excusa.
Es la puñetera realidad.
Ojalá tengamos un viaje de vuelta placentero y cómodo.
Algunos lo sufrirán, pero los que amamos al Sevilla lo agradeceremos.
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