Lamentable la situación en la que por desgracia se encuentra a éstas alturas de temporada el Sevilla Atlético.
Lamentable y casi irreversible, no por falta de tiempo que lo hay aún para salir de la quema en la que se haya inmerso el filial, sino más bien por las sensaciones malas o mejor dicho de impotencia del filial ante los partidos que afronta.
El caso es que no deberíamos de estar preocupados por la filosofía pura y dura del filial.
Me explico:
El objetivo claro y primordial de un equipo filial es la de formar y en su caso nutrir a la primera plantilla de jugadores cuando éste lo requiera, es objetivo primordial tambiénir acomodando a los chavales que vienen empujando por detrás tanto del C como de Juveniles cara a una formación interesantísima para que vayan cogiendo experiencia y madurez.
Pues bien, yo creo que éstos objetivos se están cumpliendo.
Calidad hay. Y mucha.
El filial tiene jugadores con un futuro impresionante por delante. jugadores llamados a en un futuro no muy lejano a engrosar las filas del primer equipo.
A mí personalmente me llaman la atención futbolistas como Perotti, Cala, Cordero y Armenteros.
No lo están haciendo nada mal Alberto de la Bella, Vargas y José Carlos por ejemplo.
El problema está en que la juventud insultante y bendita que tiene ésta plantilla, se torna en inconveniente en forma de experiencia, en forma de saber leer los partidos y en forma de tener un líder dentro del campo que sea la referencia de los más jóvenes y que se eche el carro a las espaldas para tirar de él.
El Sevilla Atlético no tiene ése hombre clave por lo que sea.
Porque se fueron jugadores que ya no eran susceptibles a quedarse ni un sólo año más.
Por ejemplo no tenemos a un Lolo como teníamos el año pasado. Ni a un Jonathan que ahora vive en el bierzo.
Quedarse con éstos futbolistas era tener la garantía de liderazgo en el campo. Liderazgo y experiencia.
Pero ni ellos querían jugar ya en el filial otro año, ni haberlos mantenido si hubiésen querido ellos iria acorde con la filosofía y el objetivo de éste equipo.
Pero aún entendiendo todo ésto que digo anteriormente, aún entendiendo como una no debacle un posible descenso de categoria, y aún sabiendo que hay jugadores que nos van a dar satisfacciones en el primer equipo en un futuro no muy lejano, nopuedo dejar de mostrar mi desazón más absoluta al mirar la clasificación de segunda y ver a mi Sevilla Atlético colista.
Se me cae el alma a los pies.
No lo puedo remediar.
Y además noto al entrenador que los manda, al bueno de Fermín Galeote totalmente desubicado o totalmente impotente con lo que está ocurriendo a su alrededor.
Está probando todo lo probable, está cambiando la alineación jornada tras jornada y ni por ésas.
En las declaraciones le noto un poco desorientado y aunque no lo dice, intuyo que le ve mala solución al asunto.
Tenía que contar ésto porque me da mucha pena ver al filial de colista.
No lo puedo remediar.
Ojalá todo tenga solución y se acabe salvando, y si no pues que al menos algunos futbolistas de ésta camada salten al primer equipo.
Pero seguiré confiando porque la calidad tiene que dar sus frutos.
Ojalá.
Lamentable y casi irreversible, no por falta de tiempo que lo hay aún para salir de la quema en la que se haya inmerso el filial, sino más bien por las sensaciones malas o mejor dicho de impotencia del filial ante los partidos que afronta.
El caso es que no deberíamos de estar preocupados por la filosofía pura y dura del filial.
Me explico:
El objetivo claro y primordial de un equipo filial es la de formar y en su caso nutrir a la primera plantilla de jugadores cuando éste lo requiera, es objetivo primordial tambiénir acomodando a los chavales que vienen empujando por detrás tanto del C como de Juveniles cara a una formación interesantísima para que vayan cogiendo experiencia y madurez.
Pues bien, yo creo que éstos objetivos se están cumpliendo.
Calidad hay. Y mucha.
El filial tiene jugadores con un futuro impresionante por delante. jugadores llamados a en un futuro no muy lejano a engrosar las filas del primer equipo.
A mí personalmente me llaman la atención futbolistas como Perotti, Cala, Cordero y Armenteros.
No lo están haciendo nada mal Alberto de la Bella, Vargas y José Carlos por ejemplo.
El problema está en que la juventud insultante y bendita que tiene ésta plantilla, se torna en inconveniente en forma de experiencia, en forma de saber leer los partidos y en forma de tener un líder dentro del campo que sea la referencia de los más jóvenes y que se eche el carro a las espaldas para tirar de él.
El Sevilla Atlético no tiene ése hombre clave por lo que sea.
Porque se fueron jugadores que ya no eran susceptibles a quedarse ni un sólo año más.
Por ejemplo no tenemos a un Lolo como teníamos el año pasado. Ni a un Jonathan que ahora vive en el bierzo.
Quedarse con éstos futbolistas era tener la garantía de liderazgo en el campo. Liderazgo y experiencia.
Pero ni ellos querían jugar ya en el filial otro año, ni haberlos mantenido si hubiésen querido ellos iria acorde con la filosofía y el objetivo de éste equipo.
Pero aún entendiendo todo ésto que digo anteriormente, aún entendiendo como una no debacle un posible descenso de categoria, y aún sabiendo que hay jugadores que nos van a dar satisfacciones en el primer equipo en un futuro no muy lejano, nopuedo dejar de mostrar mi desazón más absoluta al mirar la clasificación de segunda y ver a mi Sevilla Atlético colista.
Se me cae el alma a los pies.
No lo puedo remediar.
Y además noto al entrenador que los manda, al bueno de Fermín Galeote totalmente desubicado o totalmente impotente con lo que está ocurriendo a su alrededor.
Está probando todo lo probable, está cambiando la alineación jornada tras jornada y ni por ésas.
En las declaraciones le noto un poco desorientado y aunque no lo dice, intuyo que le ve mala solución al asunto.
Tenía que contar ésto porque me da mucha pena ver al filial de colista.
No lo puedo remediar.
Ojalá todo tenga solución y se acabe salvando, y si no pues que al menos algunos futbolistas de ésta camada salten al primer equipo.
Pero seguiré confiando porque la calidad tiene que dar sus frutos.
Ojalá.
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