PRIMER PUERTO DE MONTAÑA

sábado, 22 de noviembre de 2008

El Sevilla Fútbol Club, toma hoy la salida en una etapa dura, con dientes de sierra muy afilados, con muchas cuestas empinadas y con el objetivo claro de no coger una dichosa pájara que le aleje de los puestos punteros de la clasificación general.

Yo confío en el Sevilla.

Y confío ciegamente porque hemos vuelto a entrar en una dinámica ganadora, en una dinámica que se va asemejando de nuevo más al día del Stuttgart, que gracias a Dios al día del Valladolid por ejemplo.

Hoy nos visita un rival directo. Un rival que viene con sangre en los ojos, tras enlazar una serie de resultados negativos, tanto en liga como en Uefa, pero que sin embargo es un equipo que aún no conoce la derrota fuera de Mestalla.

Curiosamente el año pasado cuando nos visitaron, tampoco había sido batido como visitante y sin embargo doblaron la rodilla en el partido que se disputó el día después de la traición más grande jamás contada, y que significó por una parte el debut de Manolo Jiménez en el banquillo del primer equipo, y a la postre significaría el último partido de Quique Sánchez Flores como técnico del Valencia pues fue cesado aquella misma noche tras la derrota en Nervión.

Curiosa circunstancia ésta, pues desde el cese del protestadísimo Quique Sánchez, el Valencia se fué sin freno y a lo loco en una cuesta abajo liguera que a punto estuvo de dar con los huesos de éste coloso levantino en segunda división.

Partido grande en Nervión, y partido en el que nosotros, la infantería de a pie, los que tanto y tanto hemos sufrido año tras año con éstos colores rojiblancos, tenemos que poner la primera piedra de la victoria.

No puede haber ni el más mínimo amago de algo que no sea animar, animar y animar.

Simplemente hasta la extenuación, y ésa extenuación debe de coincidir con el final del partido. Si o sí. No queda otra. Es nuestro deber y nuestra obligación estar entregados en cuerpo y alma con los once jugadores que hoy defiendan nuestro escudo.

Todo lo que no sea éso, será contraproducente y significará echar tierra sobre nosotros mismos.

Viene al frente de la nave levantina Unai Emery, un técnico forjado desde las más de las absolutas modestias, que empezó a hacerse un nombre en el modestísimo Lorca, para terminar en un grande como es el Valencia, merced a una campaña modélica el pasado ejercicio a los mandos del Almería.

Un técnico que el año pasado nos derrotó las dos veces que nos enfrentamos a él.

Sonrojante sobre todo la goleada que nos endosó su Almería en Nervión una noche de Sábado en la que nos dió un baile de salón que yo aún recuerdo.

Lo mismo que él tiene que recordar, los bailes de salón que Manolo Jiménez le dió cuando uno entrenaba al Sevilla Atlético, y el otro al Lorca.

Bajan revueltas las aguas en el club ché.

Comentan que Vicente, es baja por una fortísima discusión con Emery, el cual le ha reprochado sus obsesiones con las lesiones.

El técnico lo niega, pero algo ha debido de pasar porque al parecer la cosa ha sido subidita de tono, y Vicente se ha quedado en Valencia.

Pero nosotros no debemos de preocuparnos de nada de ésto.

Nosotros debemos de preocuparnos simplemente de ser el Sevilla.

Simplemente tenemos que preocuparnos, o mejor dicho tenemos que ir a frotarnos los ohjos para ver que es realidad que en nuestra plantilla juega un tal Luis Fabiano, o un tal Kanouté, o un tal Jesús Navas, o un tal Palop y así etc etc etc.

Somos unos privilegiados que hoy tenemos que agradecer con nuestro incondicional apoyo, todo lo que nuestro club nos ha brindado, nos está brindando y nos va a brindar. Con toda seguridad.

Quedan cosas por hacer, queda un sueño por cumplir, queda un título por echarnos a la cara.

Y ése sueño nos lo quiere empezar a robar hoy el Valencia. Y no lo vamos a consentir.

Ayudemos primero al Sevilla Atlético y después a los grandes.

Olvidémonos de televisión y estufa por favor.

Vayamos en masa a los dos sítios y demostremos lo que significa amar un escudo.

Luego pasará lo que tenga que pasar, y vendrán las polémicas y las discusiones, los críticos y los no críticos, los pseudoperiodistas rajarán o se meterán de nuevo en sus madrigueras.

Pero por favor, todo ésto después, ni antes ni durante.

De ésta forma, como en el ciclismo, nosotros Sevilla seremos tus gregarios de lujo, para hacerte más cómoda la subida a éste primer puerto de montaña.

Victoria mañana es igual a dormir en Champions. Y éso, con la que nos ha caído en forma de lesiones, tiene mucho mérito. Sospecho que bastante más que el que se le dá a ésta plantilla y a éste entrenador tan criticado y tan ultrajado.

Por favor, seamos simplemente Sevillistas. Nos irá mejor, os lo aseguro.

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