UD ALMERIA 0-1 SEVILLA FC

Victoria tremenda y victoria importantísima de un Sevilla grande, enorme, sólido como una roca y mortal cuando dispara a su presa.

De un Sevilla que tiene un aroma de equipo grande enorme. Que te desespera con una defensa clase A, y que a pesar de la ausencia de sus jugadores más cotizados cara al gol sigue metiendo en el cuerpo del rival un temor enorme de que algo puede pasar en algún momento.



El Sevilla Fútbol Club de Manolo Jiménez, entró al partido mandando. De forma insultante en los primeros minutos, en los que dejó claro que no iba a Almería ni de víctima ni de paseo.

Iba a por los tres puntos. Tres puntos que le disputábamos al sexto de la liga. A un equipo que estaba levantando la admiración de todo el país y medios de comunicación, y que seguramente a ésta hora ya será tela de malo porque nos habrán regalado los puntos.

Porque cuando el Sevilla gana en un campo, a quien sea y como sea, la tendencia de algunos es la de quitar mérito a la victoria del Sevilla, y de echarle la culpa al empedrado.

Pues a éstos ya les anuncio que les queda tela marinera que tragar.

Porque ésto, tiene una pinta que asusta. O que debería de asustar a todos los que hace no mucho tiempo, proclamaban a los cuatro vientos que el Sevilla era un Ferrari, en manos de un conductor con la típica L de novato.




Y que conste que desde antes del partido, el primero que no ha puesto la excusa de las lesiones ha sido nuestro entrenador. Se podría haber aliviado con éso, pero nada más lejos de la realidad.

Hoy el Sevilla ha sido un equipo con un oficio tremendo. Basado en una defensa descomunal, con dos centrales de lujo, un lateral izquierdo que es un prodigio en su misión y un Konkó que poco a poco se empieza a acercar al que vería Monchi en Genova para firmarlo por el Sevilla.

Lo de la defensa es de traca. Siete partidos consecutivos, siete sin encajar un gol. Y Palop que ya es el portero de la historia del Sevilla que más minutos lleva consecutivamente sin encajar un gol.

Y Jiménez es el entrenador de la historia del Sevilla que lleva más partidos consecutivos sin perder.

Y es que, desde aquel lejano gol de Juanjo en el partido inaugural del campeonato, y si quitamos el accidente en casa del día del Gijón, se acabó. Nada ni nadie ha podido perforar la meta guardada por el mejor portero de la historia contemporánea del Sevilla.

Dos salidas complicadísimas consecutivas (At.Madrid y Almería), y seis puntos de seis. Con dos goles a favor. Sólo con dos goles si, pero es que el año pasado nos hubiésen hecho falta un mínimo de seis goles por ejemplo para conseguir éstos puntos.

Éste año no. Porque se acabaron los problemas verbeneros de la defensa del año pasado.

Y todo ésto no quita para que hayamos seguido viendo a un Jesús Navas en plan crack, a un Duscher excelso y magistral empeñado y consiguiendo ser un auténtico tapón con lo que se topa todo lo que por allí pasa.

Con un Adriano que ha anotado el gol y que hace que uno no recuerde que hoy faltaba Capel, a pesar de que sigue el brasileño sin estar bien del todo.



Con un Laucha Acosta que directamente digo que va a poner en más de una ocasión boca abajo la bombonera de Nervión. Porque éste argentino pequeñito en estatura tiene unas condiciones bárbaras para jugar a ésto del fútbol. Es rapidísimo, no para en todo el partido, tiene una movilidad tremenda y un regate eléctrico.

Con partidos y más confianza, ojo con éste futbolista que tiene la misma pinta que el equipo. Una pinta que vuelvo a repetir que asusta.

Ni ausencias, ni lluvia, ni equipo motivado en contra, ni presión por saber que todos los de nuestro nivel habían ganado salvo el Villarreal que empató fuera, ni nada de nada.

El Sevilla ha sentado cátedra en Almería.

Yo no sé lo que es jugar bonito. Otro que está batiendo récords en las Islas Británicas parece que sí sabe jugar bonito, a pesar de llevar dos puntos de veinticuatro.

Yo lo único que sé es que a éstas horas de la noche, uno mira la tabla clasificatoria y veo que mi equipo está el segundo de la tabla.

Y que le sacamos 8 puntos al fabuloso e invencible At.Madrid. Y que le sacamos no se ya ni cuantos puntos a un equipo que hoy se ha estrenado con una mísera victoria y que es la releche.

Pues si sacamos todos éstos puntos a ésos "equipazos", nosotros ¿que somos?.

Digo yo que seremos un superequipazo ¿no?.



Pero bueno me da igual lo que piensen algunos indeseables y envidiosos de nosotros. A mí lo que me importa es por ejemplo lo que se ve en una de las fotos que he colgado.

El equipo hecho una auténtica piña en el centro del campo celebrando la victoria de hoy y demostrando que el espíritu de Costa Ballena sigue vivo, o sea que el buen rollo, la implicación y el todos a una está vivo y coleando en un vestuario que puede presumir de ser ejemplar.

Y ésto ya es una primera piedra para construir algo gordo en ésta temporada que a mí me tiene tan ilusionado, con lo dificil que es conseguir ésto de mi.

Mi más cordial enhorabuena a Emiliano Armenteros y a Fernando, dos chavales que hoy han tenido el inmenso honor, el gran placer y el enorme privilegio que debe de ser salir a un estadio de primera división con el escudo del Sevilla Fútbol Club en el pecho.

Enhorabuena también a Enrique Carreño por haber ido convocado, aunque no ha podido jugar. Creo que también le llegará su turno, aunque al menos que le quiten al chaval lo que ha vivido éste fin de semana con su equipo.

En fin, vivamos y sintamos éstos momentos que gracias a Dios nos está tocando vivir con nuestro Sevilla y a pesar de regodearnos y de sacar pecho de donde estamos, tengamos los pies en el suelo, vayamos partido a partido y sobre todo empecemos a pensar ya en los alemanes que vendrán a intentar asaltarnos el Jueves.

Y es que ésto es así de duro. Ni las victorias son eternas ni las derrotas tampoco.

A gozar hoy y mañana, y a Nervión el Jueves a reventarlo y a dejarle bien claro a los alemanes que lo que le hicimos a sus compatriotas del Schalke no fue casualidad.