Victoria y se acabó.
Lo demás, todo para olvidar. Vaya desidia y vaya pobreza de juego. Increible en un equipo como el nuestro pero real como la vida misma.
Y mira que la cosa empezó como cualquiera de nosotros hubiésemos soñado.
Con un Sevilla dominador y con un gol a los seis minutos del hombre que hace siete días no servía para la selección, Diego Capel. Confieso que en ése momento presagié un resultado holgado y al menos diversión para todos aquellos que hoy iban a disfrutar con el Sevilla al campo.
Pero no. Aún dominando a placer el primer tiempo y creando alguna que otra ocasión, algunos errores defensivos, sobre todo uno lamentable de Konkó ( ay Konkó, Konkó que poquito me estás gustando) permitieron tener alguna llegada con peligro de los Austriacos, sobre todo una de Zickler que no empató de milagro.
Pero era un espejismo porque se jugaba al ritmo que marcaba el Sevilla.
Y en ésas llegó el segundo tiempo. Un segundo tiempo para tener pesadillas, aparte de mucho bostezo y mucho "verás verás" resultante de un indolente Sevilla que se empeñaba en darle motivos al Red Bull de creerse posible el empate. Y casi lo consigue.
Y nosotros sumidos en una dejadez y en un apatía realmente desesperante. Y aparte de desesperante incomprensible.
Lo que pasa es que toda la dinamita que le falta a los austríacos, nos sobra a nosotros. Y para dar otro zarpazo tuvo que salir un futbolista que al menos le echa lo que unos hombres tan bien pagados le deben de echar al asunto, y que no es otro que Chevantón.
Con él volvió algo la chispa y fué él quien rozando el fuera de juego sirvió en bandeja de plata a Adriano el 2-0 y me parece que la sentencia de la eliminatoria.
Pero ésta victoria no puede cegar el lamentable partido del Sevilla. Ni puede hacer olvidar que empezamos con claros síntomas de caer en errores del año pasado con las puñeteras rotaciones. Ni juega Acosta, ni están De Mul, ni Mosquera, ni Crespo, y hoy no juega Drago de central, ni dispone de minutos Escudé. No lo entiendo de verdad.
Igual juegan el Domingo, pero me temo que no. Lo malo es que el Miércoles hay liga y que en diez días jugaremos cuatro partidos. Y así no hay quién aguante.
Me preocupa las sensaciones que transmite Konkó. No sé que le está pasando a Romaric ( nada que ver con el de pretemporada), y lo de Fazio hoy es de juzgado de guardia. Una auténtica máquina de perder balones.
Desde luego cualquiera me puede tapar la boca con aquello de:si jugando así de mal ganamos 2-0, cuando lo hagamos bien.....
Vale pero éso es para los resultadistas. Yo quiero ganar pero siendo ambicioso. Poniendo setenta puntos más de intensidad y además implicando a toda la plantilla en la causa.
Soy pesado con ésto, pero para mí es fundamental que el cien por cien de la plantilla sienta que puede ser útil. Que se sientan futbolistas, y por el camino que vamos no va a ser así. O al menos de momento no está siendo así.
Pero como manda el resultado, pues nada se ha conseguido el objetivo primordial que al parecer era no encajar ningún gol. En fin no entiendo nada.
Creo que es mejor pasar página, ver que los hay peores (consuelo de tontos) y empezar ya a preparar el partido del Domingo.
A ver si al menos hay más motivación porque si no.........
Lo demás, todo para olvidar. Vaya desidia y vaya pobreza de juego. Increible en un equipo como el nuestro pero real como la vida misma.
Y mira que la cosa empezó como cualquiera de nosotros hubiésemos soñado.
Con un Sevilla dominador y con un gol a los seis minutos del hombre que hace siete días no servía para la selección, Diego Capel. Confieso que en ése momento presagié un resultado holgado y al menos diversión para todos aquellos que hoy iban a disfrutar con el Sevilla al campo.
Pero no. Aún dominando a placer el primer tiempo y creando alguna que otra ocasión, algunos errores defensivos, sobre todo uno lamentable de Konkó ( ay Konkó, Konkó que poquito me estás gustando) permitieron tener alguna llegada con peligro de los Austriacos, sobre todo una de Zickler que no empató de milagro.
Pero era un espejismo porque se jugaba al ritmo que marcaba el Sevilla.
Y en ésas llegó el segundo tiempo. Un segundo tiempo para tener pesadillas, aparte de mucho bostezo y mucho "verás verás" resultante de un indolente Sevilla que se empeñaba en darle motivos al Red Bull de creerse posible el empate. Y casi lo consigue.
Y nosotros sumidos en una dejadez y en un apatía realmente desesperante. Y aparte de desesperante incomprensible.
Lo que pasa es que toda la dinamita que le falta a los austríacos, nos sobra a nosotros. Y para dar otro zarpazo tuvo que salir un futbolista que al menos le echa lo que unos hombres tan bien pagados le deben de echar al asunto, y que no es otro que Chevantón.
Con él volvió algo la chispa y fué él quien rozando el fuera de juego sirvió en bandeja de plata a Adriano el 2-0 y me parece que la sentencia de la eliminatoria.
Pero ésta victoria no puede cegar el lamentable partido del Sevilla. Ni puede hacer olvidar que empezamos con claros síntomas de caer en errores del año pasado con las puñeteras rotaciones. Ni juega Acosta, ni están De Mul, ni Mosquera, ni Crespo, y hoy no juega Drago de central, ni dispone de minutos Escudé. No lo entiendo de verdad.
Igual juegan el Domingo, pero me temo que no. Lo malo es que el Miércoles hay liga y que en diez días jugaremos cuatro partidos. Y así no hay quién aguante.
Me preocupa las sensaciones que transmite Konkó. No sé que le está pasando a Romaric ( nada que ver con el de pretemporada), y lo de Fazio hoy es de juzgado de guardia. Una auténtica máquina de perder balones.
Desde luego cualquiera me puede tapar la boca con aquello de:si jugando así de mal ganamos 2-0, cuando lo hagamos bien.....
Vale pero éso es para los resultadistas. Yo quiero ganar pero siendo ambicioso. Poniendo setenta puntos más de intensidad y además implicando a toda la plantilla en la causa.
Soy pesado con ésto, pero para mí es fundamental que el cien por cien de la plantilla sienta que puede ser útil. Que se sientan futbolistas, y por el camino que vamos no va a ser así. O al menos de momento no está siendo así.
Pero como manda el resultado, pues nada se ha conseguido el objetivo primordial que al parecer era no encajar ningún gol. En fin no entiendo nada.
Creo que es mejor pasar página, ver que los hay peores (consuelo de tontos) y empezar ya a preparar el partido del Domingo.
A ver si al menos hay más motivación porque si no.........
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