Allá por el mes de Mayo, se disputará en Estambul la final de la Uefa Cup.
Ésa Uefa Cup que nos cambió a todos la vida. Ésa Uefa Cup que conseguimos en Eindhoven y a la que le cogimos tantísimo cariño, que un año después volvimos a por ella a Glasgow.
Pues hoy, en horario champions, 20,45 de la noche y sin televisión de por medio lamentablemente empezamos todos los que llevamos al Sevilla en el corazón el camino de la conquista de la tercera Uefa Cup. De nuestra competición.
Y lo hacemos frente a un rival que si bien es inferior a nosotros, no es de los más sencillos ni muchísimo menos que nos podríamos encontrar en el camino a la fase de grupos, donde entrará directamente el que salga airoso de la eliminatoria que hoy comienza.
Debemos pasar. Debemos de apretar hoy todos como si fuésemos uno sólo y ayudar a nuestros gladiadores a que la eliminatoria quede hoy casi casi vista para sentencia.
Y digo ésto porque no quiero sustos para el partido de vuelta. Partido de vuelta que se disputará en césped artificial para mi sorpresa, pues no entiendo como en competiciones de primer nivel puede permitirse ésa circunstancia.
Pero que nadie piense que va a ser fácil. Ni mucho menos.
Si hoy se consigue un resultado holgado y convincente cara a la vuelta, será porque el Sevilla se lo haya ganado en el campo. Con su esfuerzo y con su buen hacer. Y con el apoyo de la mejor afiión del mundo por supuesto.
A mi me da que se está despreciando un poquitín al rival. Se está dando por hecho de que lo de hoy va a ser una especie de paseo militar. Pero yo no lo creo.
Y no digo que igual después no lo sea, ojalá, pero me temo que habrá que pelear muchísimo con los austriacos para doblegarles.
Superiores somos por supuesto, pero una cosa es serlo y otra demostrarlo.
En fín que para llegar a Estambul, para que haya polémicas con las entradas y los sorteos, para que vuelva a haber debate sobre camisetas conmemorativas de la final, etc etc, hay que empezar por partidos como el de hoy.
Sin demasiado glamour pero que hay que disputar. Y no solo disputar, sino ganar. Ojalá.
Ésa Uefa Cup que nos cambió a todos la vida. Ésa Uefa Cup que conseguimos en Eindhoven y a la que le cogimos tantísimo cariño, que un año después volvimos a por ella a Glasgow.
Pues hoy, en horario champions, 20,45 de la noche y sin televisión de por medio lamentablemente empezamos todos los que llevamos al Sevilla en el corazón el camino de la conquista de la tercera Uefa Cup. De nuestra competición.
Y lo hacemos frente a un rival que si bien es inferior a nosotros, no es de los más sencillos ni muchísimo menos que nos podríamos encontrar en el camino a la fase de grupos, donde entrará directamente el que salga airoso de la eliminatoria que hoy comienza.
Debemos pasar. Debemos de apretar hoy todos como si fuésemos uno sólo y ayudar a nuestros gladiadores a que la eliminatoria quede hoy casi casi vista para sentencia.
Y digo ésto porque no quiero sustos para el partido de vuelta. Partido de vuelta que se disputará en césped artificial para mi sorpresa, pues no entiendo como en competiciones de primer nivel puede permitirse ésa circunstancia.
Pero que nadie piense que va a ser fácil. Ni mucho menos.
Si hoy se consigue un resultado holgado y convincente cara a la vuelta, será porque el Sevilla se lo haya ganado en el campo. Con su esfuerzo y con su buen hacer. Y con el apoyo de la mejor afiión del mundo por supuesto.
A mi me da que se está despreciando un poquitín al rival. Se está dando por hecho de que lo de hoy va a ser una especie de paseo militar. Pero yo no lo creo.
Y no digo que igual después no lo sea, ojalá, pero me temo que habrá que pelear muchísimo con los austriacos para doblegarles.
Superiores somos por supuesto, pero una cosa es serlo y otra demostrarlo.
En fín que para llegar a Estambul, para que haya polémicas con las entradas y los sorteos, para que vuelva a haber debate sobre camisetas conmemorativas de la final, etc etc, hay que empezar por partidos como el de hoy.
Sin demasiado glamour pero que hay que disputar. Y no solo disputar, sino ganar. Ojalá.
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