SE VA EL ZAR

En la mañana del Lunes, se ha hecho oficial lo que días atrás era un secreto a voces.

Nos deja Kerhakov. El ruso ha sido traspasado al Dinamo de Moscú en una operación que el director deportivo del mejor equipo del mundo ha dictaminado como bastante buena para los intereses del Sevilla.

Se va un sensacional delantero. Un hombre que recordemos todos, movió tierra mar y aire, y le echó un pulso tremendo a su anterior equipo el Zenit de San Petesburgo para que le traspasasen al Sevilla, del cual se quedó prendado en sus enfrentamientos contra nuestro equipo en Uefa Cup.

Pero nuestra dirección deportiva también se quedó prendada del polivalente atacante ruso.
Y también el tránsfuga, quien por cierto decían no hace mucho las malas lenguas de siempre que había pedido a su Thothemham de su alma el fichaje del ruso.

Yo pienso que el ser un año de Eurocopa, ha sido decisivo en el desenlance final de éste camino sin retorno del zar.

Había recibido Sasha una o varias "advertencias" de que para jugar la Eurocopa con Rusia, debería de tener más protagonismo en el Sevilla, o en cualquier otro equipo.

Y el ruso se ha visto o a intuido que quedarse aquí era sinónimo de pasar al ostracismo, oscurecido por el esplendoroso momento de Luis Fabiano y por la majestuosidad de Kanouté.

Y el ruso ha tirado por la calle del medio.

Ya lo decía no hace mucho Manolo Jiménez. Sasha tiene la cabeza en otro sitio, no está centrado en lo que tiene que estar y así no se va a poner la camiseta del Sevilla, a sabiendas de la gran calidad que atesora.

A todos éstos acontecimientos, parece ser que también se ha unido otro factor, y es que al parecer su mujer no se ha acabado de acoplar a Sevilla. Cuentan que jamás lo había pasado peor en su vida que el pasado verano con las calores de Agosto.

Tanto fue así que se fue a Rusia.

A mí tengo que reconocer que desde que le ví con el Zenit, me gustó muchísimo Kerzhakov.

Le veo como un goleador polivalente, muy rápido con un gran disparo y sobre todo con una capacidad de desmarque asombrosa. Es un magnífico delantero que sabe cogerle las espaldas a las defensas contrarias con mucha vista y con mucha facilidad.

Marcó goles importantes y en momentos delicados el año pasado, por ejemplo aquel gol en Nervión que suponía el empate a uno con el Barcelona y que acabamos ganando.

También aquel cabezazo el Jueves Santo pasado que nos daba el momentáneo empate ante el Tothemham en los cuartos de la Uefa.

Otro aquel derechazo tras un gran desmarque que suponía el 2-1 el año pasado frente al Zaragoza en Nervión en un partido que se había puesto muy feo y que acabamos ganando 3-1 tras una gran asistencia final del ruso a Kanouté.

Sólo me queda desearle suerte, pues su comportamiento como Sevillista ha sido al menos de cara al exterior intachable.

Ojalá que consiga volver a sentirse futbolista en su tierra y ojalá que juegue la Eurocopa como titular con su selección.

Suerte Sasha y gracias por todo. Siempre te recordaremos como otro más de los nuestros.