GETAFE 3-2 SEVILLA

Penosa, tristísima, lamentable la derrota, la nueva derrota del Sevilla ésta noche, o mejor dicho ésta maldita noche en el Alfonso Pérez.

Diez derrotas lleva sumadas el Sevilla en 20 jornadas. Ni más ni menos.

Es una auténtica barbaridad lo que está pasando éste año con una plantilla que nos llevó a la gloria y que actualmente da la impresión de ser un autentico caos.

Dificil de entender ( al menos para mí), como nos podemos adelantar en el marcador con gol de Luis Fabiano a los 15 minutos de juego, y no saber jugar a partir de ahí con la desesperación de un contrario pesimamente clasificado.

No entiendo como al meter el gol, perdemos absolutamente la posesión de balón, nos acorralan a base de meter la pierna más fuerte que nosotros, nos enciman y nos echan el aliento en la nuca, y nosotros seguimos tan panchos hasta que les permitimos que nos empaten.

No entiendo éste puñetero conformismo y ésa falta de inteligencia para manejar un marcador a tu favor en campo contrario en el minuto 15.

Nos empata Casquero concretamente, que llega con muchísima fe a la línea de rechace al borde del área, donde como siempre no hay nadie vestido de blanco.

Los segundos 45 minutos han sido una absoluta impotencia continua. Nada de nada. Prácticamente ni una ocasión.

En otra dejadez defensiva, esta vez de Drago, nos hacen el 2-1 en un balón que tenía que haber llegado a Madrid, despejado por Drago claro.

De ahí en adelante un auténtico lío. Las prisas, las interrupciones, el despropósito más absoluto de un equipo al que no reconozco.

Lamentable.

Pero lo peor aún estaba por llegar. Cuando corría el minuto 89 Drago enmiendo su fallo y hace de cabeza el 2-2.

Pero el final de ésta película de terror fue un gol de Contra de cabeza, a balón parado en el 92 de partido.

Sólo como la una, sin oposición, pase usted señor, pase y haga lo que le de la gana.

Otra derrota más. Increible pero cierto.

Yo estoy absolutamente hundido. Y muy muy preocupado.

Algo pasa ahí dentro. Me refiero al vestuario.

Algo gordo pasa y no lo sabemos. Porque no es normal lo que estamos viendo.

Tengo una impresión que no voy a decir todavía. Porque quiero estar equivocado.

Sea lo que sea, pase lo que pase, urge solucionar o atajar el problema. Desde el consejo de administración, desde la dirección deportivo o desde donde sea.

El entrenador ha tirado con bala en la rueda de prensa. Y la bala va directa a la nuca del vestuario.

Ojalá me equivoque pero veremos a ver como termina ésto.