FELIZ NAVIDAD

Feliz Navidad, es lo que quiero desearle desde éste blog, a todos los Sevillistas, a todas las personas que lean o visiten éste blog.

Pero en un día tan señalado, en un día tan familiar como éste, te quiero dedicar unas lineas a tí Antonio. A tí Antonio Puerta. Hoy que sé, que ves el blog desde el cielo, desde el tercer anillo de nuestro Ramón Sánchez Pizjuán.

Porque Antonio, gracias a tí, gracias a aquel zurdazo de oro que nos cambió la vida, gracias a aquel maravilloso Jueves de feria que nos brindaste, hoy queridísimo Antoñito miles y miles de corazones Sevillistas, sabemos lo que significa tocar el cielo.

Ése cielo de los títulos, ése éxtasis de ésas cinco finales como cinco soles que jugamos y ganamos gracias a ése zurdazo de oro en aquel minuto cien de aquella prórroga de aquel mágico Jueves de Abril.

Y allí te quisiste ir. Allí arriba, donde sólo habitan los grandes. En el cielo de los grandes estás Antonio.

Puede que te molestes. Se que igual estás enfadado porque las cosas hasta hoy y desde tu marcha, no nos han ido demasiado bien. Pero nos tienes que entender Antonio.

Fuimos muchos los corazones que pedimos en aquellos días por tí. Fueron días muy duros Antonio. Porque tu afición, y ahora lo sabes, te quería mucho. Y te sigue queriendo tela.

No nos olvidamos de tí, de tu corazón roto en la hierba de Nervión una calurosa noche de Agosto.

Lo vamos superando, pero muy poco a poco. Porque yo, hoy me acuerdo mucho de tí.

De tu sonrisa, de tus galopadas por la banda izquierda de tu Ramón Sánchez Pizjuán. De tantas y tantas oraciones y llantos que en aquellos días, te dedicamos los que te llevábamos y te llevamos en el corazón.

Por éso querido Puerta, hoy me siento triste. Porque sé que tu familia está triste. Porque tu hijo, el hijo adoptivo de todos los sevillistas, no podrá ver hoy su primera nochebuena junto a su padre.

Pero no te preocupes. No te preocupes porque siempre habrá, algún Sevillista que recuerde a tu hijo lo grande que fuistes. Si eras grande como jugador, aún lo eras más como persona.

Tu corazón se partió aquella noche, y con el tuyo se partieron muchos corazones. Pero Antonio, ten en cuenta una cosa: Eres el mito de Nervión. Te has convertido en el santo y seña de ésta generación y de las futuras.

Perdona que te moleste en un día tan señalado Antonio. Pero me lo pide el cuerpo. Te tenía que recordar. Y más en un día y en unas fechas como éstas.

Adiós Antonio. O hasta luego. Porque todos nos reuniremos algún día. Allá donde estés, seguro que te encargarás de repartir la felicidad como lo hiciste aquí con tus hermanos Sevillistas.

Esos que nunca te olvidaremos. Por enésima vez Antonio, te doy las gracias. Porque tu gol, sí,tu gol, nos cambió la vida.

Suerte y gracias campeón.