UN GRAN DÍA

martes, 30 de octubre de 2007

Si señor, así puedo catalogar el día después del debut de Manolo Jimenez como técnico de la primera plantilla de nuestro Sevilla Fútbol Club.

Día de satisfacción inmensa, de ver una vieja ilusión personal mía hecha realidad, de mirar al banquillo local de nuestra bombonera y ver a un sevillista de pro, alzando los brazos, moviéndose de un sitio para otro, capitaneando con acierto al mejor equipo del mundo y vibrando como uno más de nosotros con el auténtico baño que el Sevilla Fútbol Club, le pegó a todo un Valencia.

Que bonito leer la prensa y saber que todo lo que dice nuestro técnico Manolo Jimenez (que satisfacción más grande que seas mi entrenador Manolo) le sale de lo más profundo del alma y de su corazón Sevillista, como el tuyo y como el mío.

He visto a Manolo en el programa La Bombonera de Sevilla Fútbol Club Televisión, y no puedo dejar de reconocer que me he emocionado. Y me he emocionado porque se me han venido a la cabeza recuerdos inborrables de mi juventud. De cuando Manolo (somos de la misma quinta), galopaba y se dejaba hasta lo último de sus verguenzas por el escudo del Sevilla.

Luchó por ser jugador del Sevilla, y llegó a ser capitán y ni más ni menos que el hombre que más veces se ha puesto la elástica de nuestro club en partidos oficiales. Se fijó en todos y cada uno de los entrenadores que tuvo como futbolista, pues él ya tenía en su cabeza lo que quería hacer cuando colgara las botas. Él quería ser entrenador, pero no entrenador de fútbol, sino entrenador del Sevilla. Y que cabezón eres Manolo, que pesao eres mister. Ya tienes en tus manos el sueño de tu vda. Ya has llegado a tocar el cielo. Ése cielo que sólo sabemos lo que significa los que sentimos como tú ésta bendita pasión rojiblanca. Ya eres el entrenador de tu Sevilla.

Y yo que juro aquí publicamente que siento la misma satisfacción por tí, que si hubiese sido yo el que me hubiese visto ayer en tu pellejo.
Ánimo Manolo, esto no ha hecho nada más que empezar. Nada ni nadie sabe como va a acabar ésta aventura. Y digo acabar deportivamente, pues profesionalmente yo se que el éxito está garantizado, ya que aparte de goles, de victorias, de títulos y de esa pizca de fortuna que para todo hace falta en la vida, ganarás por goleada ya que con tu forma de ser, con tu honradez, con tu sevillismo y con tus santos cojones, nos hará vivir emociones que muchos de los que asisten ahora a nuestro estadio no han conocido. La de ver al escudo del Sevilla dirigir a los nuestros desde el banquillo.

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