Pim pan pum, fuego. Y a otra cosa mariposa.
Bueno, a otra cosa no. A otra ronda mejor dicho, porque el Sevilla Fútbol Club ha escrito otra nueva página de gloria en el día de hoy al barrer en la primera mitad al Deportivo de la Coruña en su estadio, y meterse a lo grande en los cuartos de final de la copa de su Majestad el Rey.
Ibamos con una victoria conseguida hace una semana. Pero una victoria tan pequeña en diferencia de goles y tan traicionera, que una derrota por 1-0, nos hubiése dejado apeados de la competición que ganamos hace dos temporadas.
Y había miedos. Miedos justificados porque no es fácil ganarle consecutivamente en siete días, tres veces tres, al mismo equipo. Y dos de ellas en su campo. Y aún más complicado es ganarle a un equipo que hoy ha termindo hecho unos zorros, por el destrozo que le ha metido el Sevilla, pero que venía justito hace una semana tan sólo como auténtico equipo gallito y de moda.
Tan de moda, que el pasado Sábado, al descanso estaba por delante de nosotros en la clasificación general de la primera división.
Bueno pues hoy está a cinco puntos, y eliminado de la Copa del Rey, por obra y gracia del Sevilla de Manolo Jiménez, porque convendría recordar que a éste Sevilla lo sigue entrenando el mismo entrenador que el día del Osasuna.
Pero dejemos historietas de projimenistas y antijimenistas al lado, y veamos la realidad.
La realidad de un equipo que hoy ha realizado un partido nuevamente para enmarcar.
Ayudó y mucho el tempranero gol de Jesús Navas. Aún estaba el árbitro soltando el silbato de la boca tras el pitido inicial, y ya estaba el bueno del palaciego dando el prrimer mazzo, y cuasi definitivo en el mentón del equipo herculino.
Cuarenta y cinco segunditos, 0-1 y eiminatoria en franquicia. Más por efecto demoledor que por distancia. Quedaba un mundo y dos goles de ellos nos complicaban la cosa.
Pero nada. El Sevilla con una línea de presión más adelantada (ay Jiménez si siempre presionáramos ahí), y con dos bandas imparables, se iba imponiendo en el terreno de juego poco a poco. Sin apreturas atrás, pero con muchísimo peligro en sus llegadas.
Y así, en dos zarpazos de Luis Fabiano, que parece otra vez recuperar el nive que tiene que dar, el Sevilla noqueó a un Deportivo que se veía absolutamente desbordado por los acontecimientos.
A todo ésto es justo decir que la defensa del Depor ha sido hoy una película cómica. O de terror para sus aficionados. Pero ésto no es quitarle ni una mijita de mérito al Sevilla. Entre otras cosas, porque se puede dar el caso de que ése pavor, a ésa delantera que forman Kanouté y Luís Fabiano provoque unos desbarajustes en las defensas contrarias de tal magnitud, que las defensas parezcan ridículas ante tanta calidad vestida de rojo.
Toda, todita la segunda mitad sobró. Porque ya no había partido, cosa de la que me alegro. Ya está bien de sustos y de agobios innecesarios.
La segunda mitad no ha traido nada bueno para nosotros. En una jugada casi al final del partido, Palop comete penalti claro y expulsión. Expulsión que le va a acarrear un partido de sanción que cumplirá el próximo Sábado frente al Numancia.
Llegará el debut tan soñado por él de Javi Varas. Para mí, portero de absoluta garantía y en el que tengo total confianza. Pero ésto no quita a que la expulsión haya cabreado un poco al que ésto escribe. Más que todo porque estábamos ya casi al final y... en fin.
Destacar también la reaparición de Chevantón.
Empezó como delantero tras sustituir a Fernando Navarro, y terminó de portero tras la expulsión de Palop. Le tiraron un penalti que el jugador del Depor falló e incluso hizo una parada a tiro de Luiz Filipe. Je je, un auténtico artsta éste uruguayo. Lo que no le ocurra a él no le ocurre a nadie.
En definitiva, y tras ser tremendamente superiores al Deportivo de la Coruña, el Sevilla está en cuartos de finl donde nos enfrentaremos al Valencia C.f que ha eliminado con fatiguitas de muerte al Rácing de Santander tras una prórroga en Mestalla.
La ida el próximo Miércoles (salvo cambio de día) se jugará en Mestalla.
La vuelta se jugará dento de catorce días en Nervión. Ojito a dentro de catorce días que podemos estar ya ni más ni menos que en semifinales de Copa, para jugárnosla contra Valladolid y el vencedor del Bilabao-Osasuna que se juega mañana.
Pinta bien la cosa en la Copa. Yo no le temo al Valencia. Estoy convencido de que tú, mister,tampoco.
Y es que si somos nosotros mismos, y si no tenemos ni miedos ni complejos, podemos hacer lo que queramos. Somos grandes, enormes. Y hay que aprovecharlo.
No queda otra.
Bueno, a otra cosa no. A otra ronda mejor dicho, porque el Sevilla Fútbol Club ha escrito otra nueva página de gloria en el día de hoy al barrer en la primera mitad al Deportivo de la Coruña en su estadio, y meterse a lo grande en los cuartos de final de la copa de su Majestad el Rey.
Ibamos con una victoria conseguida hace una semana. Pero una victoria tan pequeña en diferencia de goles y tan traicionera, que una derrota por 1-0, nos hubiése dejado apeados de la competición que ganamos hace dos temporadas.
Y había miedos. Miedos justificados porque no es fácil ganarle consecutivamente en siete días, tres veces tres, al mismo equipo. Y dos de ellas en su campo. Y aún más complicado es ganarle a un equipo que hoy ha termindo hecho unos zorros, por el destrozo que le ha metido el Sevilla, pero que venía justito hace una semana tan sólo como auténtico equipo gallito y de moda.
Tan de moda, que el pasado Sábado, al descanso estaba por delante de nosotros en la clasificación general de la primera división.
Bueno pues hoy está a cinco puntos, y eliminado de la Copa del Rey, por obra y gracia del Sevilla de Manolo Jiménez, porque convendría recordar que a éste Sevilla lo sigue entrenando el mismo entrenador que el día del Osasuna.
Pero dejemos historietas de projimenistas y antijimenistas al lado, y veamos la realidad.
La realidad de un equipo que hoy ha realizado un partido nuevamente para enmarcar.
Ayudó y mucho el tempranero gol de Jesús Navas. Aún estaba el árbitro soltando el silbato de la boca tras el pitido inicial, y ya estaba el bueno del palaciego dando el prrimer mazzo, y cuasi definitivo en el mentón del equipo herculino.
Cuarenta y cinco segunditos, 0-1 y eiminatoria en franquicia. Más por efecto demoledor que por distancia. Quedaba un mundo y dos goles de ellos nos complicaban la cosa.
Pero nada. El Sevilla con una línea de presión más adelantada (ay Jiménez si siempre presionáramos ahí), y con dos bandas imparables, se iba imponiendo en el terreno de juego poco a poco. Sin apreturas atrás, pero con muchísimo peligro en sus llegadas.
Y así, en dos zarpazos de Luis Fabiano, que parece otra vez recuperar el nive que tiene que dar, el Sevilla noqueó a un Deportivo que se veía absolutamente desbordado por los acontecimientos.
A todo ésto es justo decir que la defensa del Depor ha sido hoy una película cómica. O de terror para sus aficionados. Pero ésto no es quitarle ni una mijita de mérito al Sevilla. Entre otras cosas, porque se puede dar el caso de que ése pavor, a ésa delantera que forman Kanouté y Luís Fabiano provoque unos desbarajustes en las defensas contrarias de tal magnitud, que las defensas parezcan ridículas ante tanta calidad vestida de rojo.
Toda, todita la segunda mitad sobró. Porque ya no había partido, cosa de la que me alegro. Ya está bien de sustos y de agobios innecesarios.
La segunda mitad no ha traido nada bueno para nosotros. En una jugada casi al final del partido, Palop comete penalti claro y expulsión. Expulsión que le va a acarrear un partido de sanción que cumplirá el próximo Sábado frente al Numancia.
Llegará el debut tan soñado por él de Javi Varas. Para mí, portero de absoluta garantía y en el que tengo total confianza. Pero ésto no quita a que la expulsión haya cabreado un poco al que ésto escribe. Más que todo porque estábamos ya casi al final y... en fin.
Destacar también la reaparición de Chevantón.
Empezó como delantero tras sustituir a Fernando Navarro, y terminó de portero tras la expulsión de Palop. Le tiraron un penalti que el jugador del Depor falló e incluso hizo una parada a tiro de Luiz Filipe. Je je, un auténtico artsta éste uruguayo. Lo que no le ocurra a él no le ocurre a nadie.
En definitiva, y tras ser tremendamente superiores al Deportivo de la Coruña, el Sevilla está en cuartos de finl donde nos enfrentaremos al Valencia C.f que ha eliminado con fatiguitas de muerte al Rácing de Santander tras una prórroga en Mestalla.
La ida el próximo Miércoles (salvo cambio de día) se jugará en Mestalla.
La vuelta se jugará dento de catorce días en Nervión. Ojito a dentro de catorce días que podemos estar ya ni más ni menos que en semifinales de Copa, para jugárnosla contra Valladolid y el vencedor del Bilabao-Osasuna que se juega mañana.
Pinta bien la cosa en la Copa. Yo no le temo al Valencia. Estoy convencido de que tú, mister,tampoco.
Y es que si somos nosotros mismos, y si no tenemos ni miedos ni complejos, podemos hacer lo que queramos. Somos grandes, enormes. Y hay que aprovecharlo.
No queda otra.
1 comentarios:
Un Sevilla mas sevillista que nunca, esta a una altura que jamás estuvo.
Pero a veces parece que se nos olvidan los tiempos pasados, y queremos mas aún, y no sufrir nada.
En el 2006 tambien sufrimos muchas veces, aunque ganamos casitodo.
¡¡¡Unidos como piña a nuestro Sevilla FC!!!.
Un abrazo
Fran
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