Pasó el trámite de ayer gracias a Dios.
Y pasó con consecuencias no demasiadas positivas para el Sevilla.
Y digo lo de no demasiadas positivas en cuanto a incidencias que o en cuanto a resultado, pues ésto último ayer era lo de menos, aunque a mí no me gusta ver perder al Sevilla ni en el trofeo de la Galleta Marbú, pero bueno entiendo que ayer la cosa no pasara de anécdota.
Pero si tuvo consecuencias negativas en cuanto a la palabra más nombrada en mis post desde hace dos meses, ésa maldita palabra que no es otra que lesiones.
Para empezar y casi cuando aún no se había roto a sudar, Renato en un salto ve como un jugador del Jaén le abre la ceja.
Renato al banquillo por precaución. Y yo con un sudor frío viendo el partido en diferido cuando vi que se echaba mano a la parte de la cara que tuvo dañada no hace mucho. Parece que la cosa quedó en un susto sólamente.
A los 43 minutos veo con estupor como Konko (muy buen partido el suyo), que había ocnseguido el gol del empate, se retira dejando su lugar a De La Bella.
Vuelta a las temblaeras personales mías. Me intenté autoconvencer de que lo quitaban para que no se resintiése de nada (había salido de una lesión), pero no.
Konko se había resentido de su lesión muscular. Eterna lesión muscular. De momento no hay parte médico y o sabremos nada hasta la mañana de hoy.
Avanzado el segundo tiempo, observo como "Cristalito de bohemia" Crespo, se va del campo y el Sevilla se queda con diez.
Otra vez el canterano con molestias. No sabremos nada tampoco hasta la mañana de hoy. Lo que sí sabemos es que a éste chaval le acompaña una especie de gafe que raya ya el esperpento. Es sencillamente impresionante la lista de sucesos en forma de lesiones, molestias, roturas, máscaras de Hannibal Leckter etc etc que colecciona ésta criatura que entre unas cosas y otras no acaba de asentarse en la defensa del primer equipo, y éso que de momento el lateral derecho de nuestro equipo no tiene dueño.
A ver si le cambia la suerte ya de una vez.
Para ya rozar lo absurdo y terminar de una vez con el esperpento de partido de ayer, Jiménez realmente ya asustado y con los mismos sudores frios que yo, optó por no sacar a Navas y sacar a ¡Vargas! de palomero.
Sí sí, a Vargas el portero del Sevilla Atlético, que por cierto a punto estuvo de darnos el trofeo tras una ocasión clara en el área pequeña que le sacó un portero que no sé como se llama y que ayer lo hicimos internacional, porque vaya forma de parar que tenía el tío éste.
Si mete el gol Vargas, me levanto y me voy vamos.
Al final de todo éste disparate, el Jaén se llevó su trofeo en los penaltis.
Nosotros jugamos toda la segunda mitad con una mezcla de jugadores del Sevilla Atlético y del C.
El entusiasmo y calidad de algunos de ellos (espectacular estuvo Cordero en la segunda mitad), hizo de la segunda parte más entretenida que la primera.
Porque la primera fue un pestiño de los malos, de los que engollipan, vamos una cosa infumable.
El partido ha quedado demostrado que sobraba. Pero el Sevilla al menos cumplió con el objetivo de ayudar a una entidad deportiva andaluza que pasa por un momento económico precario.
Sólo espero y deseo, que si en un futuro nos tenemos que enfrentar al Jaén en competición oficial, por ejemplo en Copa del Rey, se recuerde éste gesto y no empecemos otra vez a sacar a relucir el odio visceral que desde algunas partes se tiene al club más grande de Andalucia.
Si al menos sirve para ésto el partido de ayer, bueno pues bienvenido sea.
¡Que le vamos a hacer!.
Y pasó con consecuencias no demasiadas positivas para el Sevilla.
Y digo lo de no demasiadas positivas en cuanto a incidencias que o en cuanto a resultado, pues ésto último ayer era lo de menos, aunque a mí no me gusta ver perder al Sevilla ni en el trofeo de la Galleta Marbú, pero bueno entiendo que ayer la cosa no pasara de anécdota.
Pero si tuvo consecuencias negativas en cuanto a la palabra más nombrada en mis post desde hace dos meses, ésa maldita palabra que no es otra que lesiones.
Para empezar y casi cuando aún no se había roto a sudar, Renato en un salto ve como un jugador del Jaén le abre la ceja.
Renato al banquillo por precaución. Y yo con un sudor frío viendo el partido en diferido cuando vi que se echaba mano a la parte de la cara que tuvo dañada no hace mucho. Parece que la cosa quedó en un susto sólamente.
A los 43 minutos veo con estupor como Konko (muy buen partido el suyo), que había ocnseguido el gol del empate, se retira dejando su lugar a De La Bella.
Vuelta a las temblaeras personales mías. Me intenté autoconvencer de que lo quitaban para que no se resintiése de nada (había salido de una lesión), pero no.
Konko se había resentido de su lesión muscular. Eterna lesión muscular. De momento no hay parte médico y o sabremos nada hasta la mañana de hoy.
Avanzado el segundo tiempo, observo como "Cristalito de bohemia" Crespo, se va del campo y el Sevilla se queda con diez.
Otra vez el canterano con molestias. No sabremos nada tampoco hasta la mañana de hoy. Lo que sí sabemos es que a éste chaval le acompaña una especie de gafe que raya ya el esperpento. Es sencillamente impresionante la lista de sucesos en forma de lesiones, molestias, roturas, máscaras de Hannibal Leckter etc etc que colecciona ésta criatura que entre unas cosas y otras no acaba de asentarse en la defensa del primer equipo, y éso que de momento el lateral derecho de nuestro equipo no tiene dueño.
A ver si le cambia la suerte ya de una vez.
Para ya rozar lo absurdo y terminar de una vez con el esperpento de partido de ayer, Jiménez realmente ya asustado y con los mismos sudores frios que yo, optó por no sacar a Navas y sacar a ¡Vargas! de palomero.
Sí sí, a Vargas el portero del Sevilla Atlético, que por cierto a punto estuvo de darnos el trofeo tras una ocasión clara en el área pequeña que le sacó un portero que no sé como se llama y que ayer lo hicimos internacional, porque vaya forma de parar que tenía el tío éste.
Si mete el gol Vargas, me levanto y me voy vamos.
Al final de todo éste disparate, el Jaén se llevó su trofeo en los penaltis.
Nosotros jugamos toda la segunda mitad con una mezcla de jugadores del Sevilla Atlético y del C.
El entusiasmo y calidad de algunos de ellos (espectacular estuvo Cordero en la segunda mitad), hizo de la segunda parte más entretenida que la primera.
Porque la primera fue un pestiño de los malos, de los que engollipan, vamos una cosa infumable.
El partido ha quedado demostrado que sobraba. Pero el Sevilla al menos cumplió con el objetivo de ayudar a una entidad deportiva andaluza que pasa por un momento económico precario.
Sólo espero y deseo, que si en un futuro nos tenemos que enfrentar al Jaén en competición oficial, por ejemplo en Copa del Rey, se recuerde éste gesto y no empecemos otra vez a sacar a relucir el odio visceral que desde algunas partes se tiene al club más grande de Andalucia.
Si al menos sirve para ésto el partido de ayer, bueno pues bienvenido sea.
¡Que le vamos a hacer!.
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