SEAMOS INTELIGENTES POR FAVOR

martes, 23 de septiembre de 2008

Se está cociendo en las entrañas del mismo sevillismo un peligrosísimo caldo de cultivo.



Un caldo de cultivo que pasa por ir predispuesto al parecer, al partido de mañana frente al Español dispuesto a no dejar pasar ni una. Dispuesto a dar un margen de confianza al equipo y sobre todo al cuerpo técnico de unos quince o veinte minutos aproximadamente antes de comenzar con un recital de improperios, con un recital de pitos o de murmullos que desde luego le va a venir de perlas al equipo.


Por los cojones (con perdón de la palabra).


Al parecer mañana Miércoles y salvo que el destino lo remedie en forma de gol tempranero, asistiremos al juicio sumarísimo de una gran parte (que no de todos) de los cuarentaitantos mil socios del Sevilla en contra del equipo, o para ser claros en contra de Manolo Jimenez.


La afición de Nervión contra Manolo Jiménez.


Se le acusa al parecer de haber errado el pasado Domingo en una alineación.


Y al parecer, no sólo de éso. Sino de ser una especie de cáncer maligno e incurable para nuestra entidad.


Ver para creer.

No basta con comentar entre nosotros mismos el despropósito del pasado Domingo. No no, éso no basta. Lo que si nos va a poner contentos es insultar y pitar a los nuestros. Eso sí, ésa es la solución.


Hay que ver la trabajera de ir a nuestro estadio un Miércoles a las diez de la noche, predispuesto a crucificar a nuestro entrenador. Predispuesto a gritar a todo lo que salte al campo vestido de blanco. ¿Volverán a cantar lo de Del Nido ratero.......?

¡Que memoria más corta joder!


Y todo ésto con tres puntos en juego que en caso de ganarlos nos puede y debe de servir para dormir el Miércoles por la noche con el equipo en metido de forma provisional en Champions o entre los seis primeros.


Todo ésto con el equipo invicto en liga y con pie y medio en la fase de grupos de la Uefa Cup.


Y no me vengan ahora con que sólo van tres jornadas y no podemos presumir de invictos, pues si pronto aún es para presumir de ello, más pronto es aún para empezar con ésta especie de motín en contra de Minchi por los fichajes, en contra de un hombre vejado y maltratado por todos desde el mismo día en que se hizo cargo de un equipo abandonado y traicionado por un tipejo que de forma increible sigue teniendo defensores dentro de nuestra afición.


¿Alguien me puede explicar el beneficio que vamos a sacar de ése presunto motín, o de ésa presunta pitada del partido de mañana?. ¿Que ganamos o que sacaremos en limpio de ello?.


¿Acaso no es ya público y notorio que la afición del Ramón Sánchez Pizjuán no comulga para nada con las ideas futbolísticas de Manolo Jimenez?.¿Acaso nos creemos que nuestro entrenador vive en una burbuja y no sufre ni padece cuando los que sienten como él se encargan de pitorrearse públicamente de un hombre cuyo único pecado es la fama que trae arrastrada desde sus tiempos del filial?


Pues parece que no. Parece que es necesario hacer el ridículo volviéndonos en contra de nosotros mismos. Porque hacer lo que se está promoviendo, o siquiera insinuando es hacer un daño que puede ser irreparable para los intereses de nuestro Sevilla.


O se va ganando en el minuto 20, por decir alguno, o a reventar el asunto.


Y todo por una mala alineación. Todo porque Jiménez es humano y también tiene derecho a equivocarse.


Y que conste que yo estoy igual de jodido que el que más, con ésa especie de experimento en forma de alineación que se sacó de la manga el pasado Domingo.

Yo no estuve ni estoy de acuerdo para nada con lo que ocurrió el pasado Domingo. No quiero que el Sevilla Fútbol Club de la imagen que ofreció en la primera parte. Y soy el primero que criticó delante de mi gente la maldita alineación.

Pero hombre, ya está. Se irrita uno, se cabrea, maldice todo lo que se menea y te vuelves insoportable. Pero una vez pasado el cabreo, una vez pasado el berrinche y una vez que en el horizonte hay un partido vital, que jugamos en casa, y que nos puede servir para ponernos arriba del todo, no podemos pensar auténticas barbaridades como se está pensando.

Por favor no se nos puede ir la olla de ésta forma.

Porque si se nos va la olla así, hay una cosa que se llama puntos que van a volar de Nervión. Y los puntos que vuelen ya no volverán.


Y seremos los primeros lamentablemente que daremos carnaza, a ésos periodistas que están empezando a afilar sus hachas y sus cuchillos para hacer del tema en cuestión portada de diarios y de tertulias y de programas radiofónicos varios.

Y volveremos a ser protagonistas por crear entre nosotros una fractura absurda y lamentable.

Y porque no tenemos derecho ninguno a ir predipuestos a nuestro estadio a armarla, a armársela a lo que más queremos en éste mundo. A nuestro Sevilla.

Por favor seamos inteligentes. Seamos buenos aficionados y animemos a nuestro equipo sin descanso y sin parar. Empecemos a cantar desde 10 minutos antes lo de La giralda de nuestra ciudad, verá a sólo un equipo ganar, que lo sientan los jugadores en el vestuario y que sepan que allí estamos todos para ganarle al Español.

Y si al final del partido algunos, o la mayoria o todos quieren abroncar a quien sea porque las cosas no han ido bien, pues me parece perfecto. Pero por dios, al final y no durante.

No nos tiremos piedras contra nosotros mismos ni nos hagamos el hara-kiri para regocijo de tantos y tantos fustrados de la vida que están deseando éso para ajusticiar publicamente al Sevilla.

¡Con las ganitas que nos tienen!.




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