Y allí se encuentra el bueno de Manolo. Codeándose con la élite de los banquillos a nivel europeo. Anda Manolo que si el año pasado por éstas fechas, cuando peleabas con tus chavales del filial para integrarles en la categoria de plata del fútbol español y al menos no pasar apuros, te cuentan que al año siguiente ibas a compartir mesa, mantel, anécdotas y experiencias con Wenger, Ranieri, Scolari, Paul Le Guen, Aguirre, Pellegrini etc etc, hubiéses mirado a la cara al que te lo hubiése dicho y le hubieses mandado a donde Dios pegó las tres voces.
Pero fíjate Manolo, que a toda persona trabajadora, honesta, sincera y hormiguita como tú le llega más tarde o más temprano su recompensa.
Y a tí te ha llegado ya. Eres el entrenador, el jefe, el que parte el bacalao en uno de los clubes más importantes del mundo. Porque a ésta cita se han invitado a entrenadores de clubes de élite. Y tu Sevilla Manolo, está hoy en la élite. En la cima del panorama futbolístico europeo si señor.
Para una persona humilde y sencilla como Manuel Jiménez debe de ser un auténtico alucine verse rodeado de tanto prestigio, de tanta experiencia y de tantos títulos ganados que tienen la mayoría de los entrenadores que a día de hoy son "colegas" de nuestro entrenador.
Para todos nosotros debe de ser un inmenso orgullo, que con el Sevilla se cuente para todo a nivel de fútbol europeo. Independientemente de títulos (ojalá ganemos un millón de ellos), independientemente de que unas veces se juegue mejor y otras peor, independientemente de tantas y tantas cosas, éstos detalles, éstas citas a las que últimamente se está abonando el Sevilla Fútbol Club, es la prueba irrefutable que habla de que a día de hoy, el Sevilla es un grande de Europa.
Para nosotros siempre ha sido el más grande pero ahora también lo somos para los demás.
Queda mucho por recorrer, queda mucho por andar y queda mucho que trabajar. Hay que seguir con la guardia alta y no bajarla jamás. Hay que seguir estrujándose la cabeza y el alma por la entidad más grande de Madrid para abajo.
Pero lo que sí es cierto, es que a día de hoy el prestigio y el caché que tiene el Sevilla a nivel mundial ya no nos lo va a quitar nadie. Y nos lo hemos ganado solitos. Sin ayudas exteriores, sin campañas mediáticas, sin nadie. Sólo con nosotros mismos. Pero nosotros somos mucha tela.
Si queremos, la máquina seguirá funcionando como un reloj. Todos hacia la misma orilla y todos de la mano. Apoyando al consejo, al equipo y no cayendo en discusiones absurdas entre nosotros mismos.
Por favor, cuidemos lo que tenemos. Démonos con un canto en los dientes de estar viviendo todo lo que estamos viviendo con nuestro club del alma, que no hace falta mirar muy atrás para ver lo que éramos hace cinco o seis años y ver donde estamos ahora mismos.
Seamos ambiciosos, ávaros, egoistas y todo lo que queramos, claro que sí, pero no dejemos nunca de ser buenos sevillistas por favor. Arrimemos el hombro todos y cada uno de nosotros para ayudar al presidente a cumplir aquello de lo mejor está por llegar.
Yo lo creo a usted presidente. Espero que la mayoría de los sevillistas también.
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