YA VALE DANIEL, YA LO SABEMOS.

Cumplido el maravilloso compromiso de ayer organizado por nuestro gurú Kanouté, y después de echar una noche magnífica viendo jugadorazos e idolos eternos del Sevillismo ( que arte Davor), vuelve la rutina al seno del Sevilla.

Y digo rutina, porque desgraciadamente se está convirtiendo en rutina el hecho de que Daniel Alves siempre salga con lo mismo. Que se va.

Muy bien pues que se vaya. Y además y lo juro, yo le deseo lo mejor.Vaya donde vaya y haga lo que haga.

Y le deseo lo mejor porque tal y como dijo ayer el presidente de mi club, Daniel ha sido un profesional ejemplar, ha dado todo lo que tenia por nuestro club y creo que el agradecimiento debe de ser mutuo. Le debemos mucho a Daniel, pero Daniel se lo debe y deberá todo al Sevilla.

Todo ésto suena a despedida. Despedida que se retomará a partir del próximo Lunes, una vez cerrada la temporada. Y haría bien el Sevilla en finiquitar el tema Alves lo antes posible, para poder planificar la temporada que viene con pausa y sosiego y teniendo las arcas y las ideas claras.

Yo estaré de acuerdo con lo que haga mi club. Porque a nadie se le debe de olvidar de que la ficha del jugador tiene dueño: el Sevilla. Y el Sevilla es el que tiene que decidir cuanto vale Daniel. Ni Daniel ni el que quiera a Daniel. El que marcará la pauta será el Sevilla, y no precisamente un Sevilla débil economicamente, o sea necesitado de malvender.

El que quiera al brasileño se va a encontrar con un Sevilla poderoso, con un Sevilla con unos cimientos económicos y deportivos muy bien asentados, y sobre todo con un presidente que no va a dar su brazo a torcer en ninguna negociación. Sea el que sea quién esté enfrente.

Todo ésto está muy bien, y no seré yo el que desee cortar la solución económica de Daniel para toda su vida, aunque con lo que gana también la tiene solucionada ya, vamos digo yo.

Pero lo que a mí me está ya empezando a molestar es la constante referencia del futbolista a su deseo de mejorar. Y venga con la misma cantinela, y una vez y otra y otra.

Debería de pensar el brasileño, que mucha gente como tú y como yo, no vemos al Sevilla como una empresa, sino como un sentimiento que no se puede explicar. Y sus constantes puyitas a mi sentimiento, que queréis que os diga, a mí me están empezando ya a molestar.

Con lo fácil que es decir que de su futuro no habla y que todo lo que pase o pueda pasar lo decidirán en el despacho de Del Nido. Vamos digo yo que le costaría muy poco trabajo dejar ya de hablar de mejoras, de despedidas o de puñeteras progresiones.

Igual no lo hace con intención de ninguneo, puede que así sea, pero a mi me jode tela el hecho de que cada vez que se le mete un micrófono parezca una repetidora diciendo lo mismo.

Ya lo sabemos Daniel, ya sabemos que el objetivo único de tu vida desde ahora mismo hasta que te vayas a otro sitio a solucionar la vida, ya lo sabemos hijo mio, pero coño no lo digas más.

Las cosas a hablarlas donde hay que hablarlas y que sepas que para mí al menos te vas como uno de los más grandes que he visto jugar con mi escudo y en mi bombonera. Y que saldrás al menos para mí por la puerta grande.

Pero tampoco olvides Daniel que jamás jugarás en un equipo tan grande como el mío. Al menos para mí.