SIENTO TRISTEZA

martes, 22 de enero de 2008

No lo puedo remediar. Cada vez que leo un periódico, escucho la radio o lo que es peor oigo escucho hablo o leo a Sevillistas, Sevillistas como yo hacer sangre sobre la situación actual del Sevilla siento mucha, muchísima tristeza.

El despellejamiento público al que está siendo sometido el entrenador que dirige los destinos de mi equipo es una cosa fuera de lo normal. No entiendo como nosotros mismos podemos achacarle absolutamente todo lo que ocurre a Jimenez.

Yo, soy el primero que sé que mi entrenador se ha equivocado algunas veces. Yo lo sé, porque no tengo una cinta en los ojos que me impida ver la realidad. Sé que Jimenez se ha equivocado varias veces en las ruedas de prensa postpartidos.

No se puede andar casi siempre echando la culpa a todo y a todos. No se puede Manolo. Las culpas, las reprimendas y ésa falta de implicación a la que te referías el pasado Sábado por la noche hay que hacerlas en el vestuario. A puerta cerrada. Los trapos sucios hay que lavarlos en casa.

Hay miles de formas aunque sea a consta de recurrir a tópicos manidos, tópicos de fútbol en definitiva para "justificar" una derrota.

Yo hasta aquí, estoy de acuerdo con ésa corriente de gente que siente como yo. Incluso en algunas decisiones tácticas de Manolo. Vuelvo a recordar que el otro día dije que no entendía como podíamos terminar en Barcelona el partido de Copa con un delantero.

Tampoco entendí la entrada de Chevantón en Almeria en el descuento.

Pero aceptando todo ésto, yo no estoy por la labor de afirmar que absolutamente toda la culpa de todo lo malo que está pasando en mi Sevilla sea por culpa de Manolo Jiménez.

Entre otras cosas porque yo he visto al Sevilla de Jiménez jugar muy bien al fútbol. Tela de bien. En Bucarest, en Praga (segunda parte), frente al Valencia, frente al Real Madrid, frente a los verdiblancos, incluso frente al Rácing. Jugó también muy bien el partido de ida de la Copa con el Barcelona.

Y ésto quiere decir algo. Todos, absolutamente todos éstos partidos salvo quizás el del Racing, son partidos que cualquier jugador quiere jugar. Partidos en los que a pesar de que un futbolista esté harto de ganar (dinero y títulos), esté harto de lo que me digan, juegan y se motivan por si solos. No hacen falta arengas, ni voces ni nada de nada.

Para los otros partidos, todos los demás lo mínimo que hace falta es echarle cojones. Más que el adversario. Hace falta un poco más de esfuerzo. El Bilbao por ejemplo nos ganó a cojones. Y éso no puede ser. No debe de consentirse.

Para mí el nivel real del Sevilla es bastante más cercano al de aquellos partidos que al de otros del corte de Bilbao en losque se ha rozado (siendo generoso) el rídículo más espantoso.

¿Falla sólo Jimenez?. Yo digo que rotundamente no. Falla Jimenez, en la misma proporción que fallan los jugadores. Porque muchas veces, demasiadas veces se le da al entrenador ( a cualquier entrenador) bastante más importancia de la que realmente tiene.

¿Alguien puede pensar en serio que Jimenez, sabiendo el nivel de plantilla y la calidad que hay pueda salir adrede a no ganar?. ¿A empatar?. Cómo va a salir un hombre que tiene la oportunidad de su vida a empatar en Almeria por Dios.

Todos haríamos bien, un enorme bien al Sevilla que al fin y al cabo está por encima de Jimenez de los futbolistas y de lo que sea, en parar un poquito las desaforadas críticas sobre el entrenador de Arahal.

Y no digo que no se equivoque, claro que se equivoca. Pero lo que no puede consentirse es que cuando el equipo gana, gana por su calidad y cuando pierde, pues la culpa es sólo y exclusivamente de Manolo Jimenez.

Eso no tiene ni pies ni cabeza. Máxime cuando conozco y sé de gente que desde su etapa en el Sevilla Atlético, y en la Ciudad Deportiva ya le tiraban con bala a Jimenez.

Y muchos de ésos Sevillistas son los mismos que ahora se encargar de despellejar públicamente a un hombre que nos guste o no, es el que tenemos, es el que tiene que sacar adelante al Sevilla y es con quien salvo catástrofe monumental vamos a terminar ésta temporada.

Porque ésa es otra, la temporada no ha terminado aún. Sé que llevamos ya mucho tiempo diciendo que la remontada va a comenzar, que éste Domingo sí, que si esto y que si lo otro. Lo sé.Pero también sé, que quedan todavía 18 partidos de liga. Ni más ni menos que 18. Vamos un mundo.

Quedan unos octavos de Champions con posibilidades de meterse en cuartos ni más ni menos que en cuartos.

Vamos a tener paciencia. Más aún. Claro que sí. Estoy convencido de que el presidente va a dejar bien a las claras en el vestuario quien es el que va a mandar en él hasta final de temporada. Para que a algunos futbolistas por si acaso no se han enterado le quede claro.

Vamos a llenar Nervión el Sábado y a animar. A quedarnos sin voz en un sólo grito:Sevilla. Éso es lo que requiere ésta situación. Todos a una y no todos contra uno.

El tiempo dirá. Llegará Mayo y Junio y ahí es donde se tomarán las medidas que hayan que tomarse.

Al menos por mi parte, Manolo tiene crédito. Mucho crédito. Porque nadie le ha regalado nada. Y ésta oportunidad no la va tirar por el desagüe.

Por favor, no lo empujemos hacia ése desagüe y sobre todo no tiremos de la cadena.

Demoslé su parte de culpa, la tiene pues es el máximo responsable de la primera plantilla. Pero los jugadores también tienen la suya. Incluso el Consejo e incluso la dirección deportiva.

Hasta nosotros mismos, que muchas veces se nos ciegan los ojos con el brillo de los cinco títulos, y nos impiden ver que hace nada éramos humildes. Grandes, muy grandes pero humildes.

Y ser humildes, no significa ser conformistas. Pero sí significa saber que no siempre podemos tener lo que todos sin excepción queremos para nuestro Sevilla. Que ni siquiera un presupuesto gigantesco y una plantilla plagada de internaciones te garantiza el éxito rotundo.

Y ésa humildad se ha ido. Y hay que recuperarla. Por el bien del Sevilla Fútbol Club. No de nadie personalmente sino del Sevilla Fútbol Club.

¿Te parece poco?

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