LUIS FABIANO

¡Que maravilla de noticia, cuando ésta mañana he podido comprobar el rendimiento espectacular de O Fabuloso también con su selección!.

Victoria por 2-1 de la selección canarinha sobre Uruguay, en su segunda casa, en el campo donde creció y maravilló de jovencito y le catapultó a Europa, en el estadio Morumbí en la casa del Sao Paulo.

Y ése 2 en el casillero de los pentacampeones del mundo, los colocó nuestro pichichi. Nuestro Luis Fabiano. El mejor delantero de la liga española. El discutido y ahora indiscutible O Fabuloso.

Siempre, lo tengo que reconocer, me dejó dudas. No en cuanto a su calidad, para mí y siempre lo comenté a los míos era el delantero de más calidad de la plantilla, si en cuanto a su actitud. En cuanto a su implicación. No entendía sus eternas grescas con los árbitros, sus problemas verbales con los contrarios. Aquella nefasta y absurda pelea con Diogo.

No entendía ése juego cansino, viéndolas venir sin correr y sin sudar la camiseta. O al menos no todo lo que debería exigirsele.

Nunca fue indiscutible. Siempre al contario discutido. A pesar de aquel golazo en Eindhoven, o aquel a Osasuna en Nervión que nos catapultó a Glasgow.

Pero ahora, gracias a Dios todo ha cambiado. Se le nota feliz, risueño, implicado. Corre y presiona como el que más. Pelea todos los balones por abajo y por arriba. Y tiene la escopeta preparada y bien afinada, pues todo lo que toca va a la red.

Éste si es O Fabuloso. Éste si es aquel niño ue maravilló y enloqueció a los aficionados en Morumbí conla camiseta de Sao Paulo.

Y ahora lo vamos a disfrutar nosotros. Es un gustazo ver a tu delantero centro como titular en la canarinha y sacándole las castañas del fuego a toda una selección pentacampeona del mundo.

Ojalá, le podamos disfrutar mucho tiempo en éste estado de forma. Ojalá no empiecen los de siempre a sacar posibles intereses o posibles traspasos. Ojalá no intenten descentrar al crack.

Que nadie olvide, que en el Sevilla se ha tenido una paciencia exquisita con él. La que no tuvo por ejemplo el Oporto.

Que no se le olvide a nadie. Ni tampoco a tí Luis.