En estos dias se está debatiendo en la ciudad la conveniencia o no, de esos sentidos homenajes que los equipos que nos rinden visita a nuestro campo realizan para homenajear a nuestro querido y tristemente desaparecido Antonio Puerta.
El Sevilla Fútbol Club debería de poner fin a ésta serie de homenajes, de alguna forma y con tda la elegancia y categoria que siempre lleva y demuestra nuestro queridísimo club.
Se pueden hacer otros actos un poquito más en la intimidad, en el palco, en la puerta 16, la hierba pero en el calentamiento (yo no lo haría así), pero el Sevilla debería de explicar a ésos clubes a los que jamás me cansaré de darles las gracias, que éste tipo de actos descentran a los jugadores, descentran a la afición y reabre las heridas tan profundas que jamás cicatrizarán y que aunque todos tengamos presentes en nuestras cabezas y en nuestras almas Sevillistas, no convendría recordar cada catorce dias pues a nosotros y a sus compañeros del alma no nos hae falta esos recuerdos.
El recuerdo de nuestro 16 por siempre, está revoloteando la bombonera cada minuto, cada segundo, no le olvidaremos nunca, por los siglos de los siglos, pero por el bien de nuestros jugadores y por el bien de nuestra entidad hay que seguir adelante con normalidad, apretando los dientes como dice mi presidente y triturando sin piedad a quien se nos ponga por delante.
La única preocupación de nuestros jugadores el día y en el momento del partido, debe ser ganar, ganar y ganar, y después ganar.
Les ayudamos muy poquito manteniéndonos callados todos en el minuto 16, pues precisamente en ése momento, es cuando el estadio se debe de convertir en una olla a presión y gritar Sevilla, Sevilla y Sevilla, y acabar con el nombre de nuestro zurdo de oro.
No me cabe ninguna duda que en ése momento y en nuestro tercer anillo de la gloria Sevillista, nuestro Antonio cantará con más fuerza que nadie Vamos mi Sevilla, Vamos campeón. Y creedme que deberíamos de seguir el ejemplo del hombre que a todos nos cambió la vida en aquella feria del 2006.
Antonio, no te enfades que gritaremos más fuerte que nunca, y entre todos llevaremos a tu Sevilla del alma a la victoria si o si.
El Sevilla Fútbol Club debería de poner fin a ésta serie de homenajes, de alguna forma y con tda la elegancia y categoria que siempre lleva y demuestra nuestro queridísimo club.
Se pueden hacer otros actos un poquito más en la intimidad, en el palco, en la puerta 16, la hierba pero en el calentamiento (yo no lo haría así), pero el Sevilla debería de explicar a ésos clubes a los que jamás me cansaré de darles las gracias, que éste tipo de actos descentran a los jugadores, descentran a la afición y reabre las heridas tan profundas que jamás cicatrizarán y que aunque todos tengamos presentes en nuestras cabezas y en nuestras almas Sevillistas, no convendría recordar cada catorce dias pues a nosotros y a sus compañeros del alma no nos hae falta esos recuerdos.
El recuerdo de nuestro 16 por siempre, está revoloteando la bombonera cada minuto, cada segundo, no le olvidaremos nunca, por los siglos de los siglos, pero por el bien de nuestros jugadores y por el bien de nuestra entidad hay que seguir adelante con normalidad, apretando los dientes como dice mi presidente y triturando sin piedad a quien se nos ponga por delante.
La única preocupación de nuestros jugadores el día y en el momento del partido, debe ser ganar, ganar y ganar, y después ganar.
Les ayudamos muy poquito manteniéndonos callados todos en el minuto 16, pues precisamente en ése momento, es cuando el estadio se debe de convertir en una olla a presión y gritar Sevilla, Sevilla y Sevilla, y acabar con el nombre de nuestro zurdo de oro.
No me cabe ninguna duda que en ése momento y en nuestro tercer anillo de la gloria Sevillista, nuestro Antonio cantará con más fuerza que nadie Vamos mi Sevilla, Vamos campeón. Y creedme que deberíamos de seguir el ejemplo del hombre que a todos nos cambió la vida en aquella feria del 2006.
Antonio, no te enfades que gritaremos más fuerte que nunca, y entre todos llevaremos a tu Sevilla del alma a la victoria si o si.
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