A día de hoy, es lo único que gracias a dios le vale a una entidad como la nuestra.
Es lo que acarrea estar instalado en la aristocracia del fútbol en Europa.
Por éso comienzo diciendo que gracias a dios, porque ésto significa muchas cosas positivas para nuestra entidad.
Ésta noche el Sevilla se juega buena parte de la temporada 2008-2009.
Jugamos para pasar a la fase de grupos de la Uefa Cup. Y que nadie olvide que ha sido la competición que ha permitido al Sevilla ser grande, ser reconocido y deportivamente hablando colgarnos los galones de equipo grande y poderoso con los que todos los Sevillistas soñábamos desde tiempos inmemoriales.
Por éso, hoy hay que dar otro golpe de efecto.
Por mucho césped artificial que nos encontremos, por mucho ambiente enardecido que nos quieran preparar, por mucho tanque en forma de delantero centro gigante que dicen que tienen y por mucho que ustedes quieran.
Ni una sola de éstas circunstancias valdría de excusa barata para tapar el tremendo fracaso que supondría no eliminar al Red Bull Salzburgo.
Ojo, no digo que la cosa vaya a ser fácil, ni que vamos a pasearnos. Nada de éso.
Tocará ser mejor que el rival, salir a morir muy concentrados no hacer ninguna concesión, no recular y sobre todo jugar al fútbol.
Porque en éso de jugar al fútbol no debe de haber color entre los austriacos y nosotros.
Toca ser ambiciosos, toca salir a dar un puñetazo encima de la mesa y dejar claro desde el minuto uno las ambiciosas intenciones de un equipo llamado a llegar lejos en ésta competición.
Hace unos años, caer en una eliminatoria como la de hoy, no sería noticia destacada para ningún medio deportivo del mundo.
Navegábamos en la mediocridad deportivamente hablando y todo era un cara y cruz estuviese delante quien estuviese.
Hoy en día, si se consumase la tragedia deportiva de caer en Austria, mañana la noticia sería una bomba en todo el orbe deportivo.
Porque caería uno de los grandísimos favoritos a llevarse ésta competición.
Y éso no puede ocurrir. Simplemente porque somos muy buenos y porque el Sevilla demostrará hoy la ambición que le contagia a la plantilla el primero de todos los sevillistas, Jose María del Nido.
Los aficionados queremos seguir soñando con mágicas noches europeas, con avanzar rondas y con partidos grandes.
Y queremos disputas y enfados con los repartos de entradas. Quejarnos de que el Sevilla nos va a arruinar con tanto viaje. Queremos seguir viendo aquel Sevilla de Londres, de Donest, de Gelserkirchen de Glasgow.
Por éso hoy Sevilla de mi alma sólo te pido una cosa:
No nos falles.
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