SOLO EL DERBI

jueves, 3 de enero de 2008

Simple y llanamente es lo único que tenemos que mirar ya.

Hay que olvidar, aún esperando que la lección aprendida ayer sirva para algo, el intento de suicidio que ayer protagonizó nuestro equipo y que gracias a Dios no se llegó a producir.

Vuelve la liga. Vuelve un derbi. Vuelven la emociones fuertes a Nervión y sobre todo hay en juego tres puntos vitales para definitivamente mirar hacia arriba en la tabla, que por otra parte es hacia donde nunca deberíamos de dejar de mirar.

Ya no importa lo de ayer. Sólo importa el Domingo. Dia 6, día de reyes a las 21.00 Hrs.

Dejemos las críticas y unámonos todos en un único grito. Vamos mi Sevilla vamos campeón.
Tenemos que arropar con nuestro aliento incansable e inigualable al grupo de futbolistas que más gloria ha dado a ésta entidad.

Todos de la mano, sin confianzas. Hay que enchufarse desde hoy mismo, desde éste momento, desde ésa comida que en éstos momentos se está celebrando en Robles Aljarafe con todo los equipos de nuestra entidad unidos.

Y hay que enchufarse hasta que el árbitro pite el final de ése partido. Ése partido que nos enfrentará a un rival que viene en puestos de descenso. Pero un rival que viene a intentar hacer sangre. Viene a pescar en aguas revueltas. Pero de nosotros va a depender que se vayan con la música a otra parte.

Dicen que imperará el espíritu Puerta. Que será un derbi modélico. Sin salidas de tono de los de siempre. Porque todas las salidas de tono vienen siempre del mismo lado. Ojalá sea así. Pero ojalá sea así, sólo a nivel de aficiones y de directivas.

Porque en el campo..... Ojú en el campo. En el campo hay que liquidar, ajusticiar, ganar, humillar, ser mejores, demostrar lo que somos, demostrar quien manda. Hay que cenar verderones. Yo desde luego no,pues no me caería bien.

Al enemigo ni agua. Al enemigo pisálo decía el Doctor Bilardo. ¡Y que razón llevaba!.

Es partido para hervir la sangre. La sangre rojiblanca que lleva Caparrós y que llevo yo. Y que lleva Jiménez.

A mí ya me está empezando a hervir. A subir la adrenalina. A soñar con un final de día de reyes espléndido. Con tres puntos en el zurrón, y con un autobús pintado de colores de muy dudoso gusto marchándose camino de Heliópolis con las orejas gachas.

Y recordad, que como los sueños si sois sevillistas se cumplen, pues éste regalo de reyes se cumplirá.

Sin condiciones. Sin tonterias. Simplemente a ganar. A por ellos desde ya.

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