Hoy vuelve el Sevilla Fútbol Club a la competición de la regularidad, donde tan bien situado está a día de hoy. Donde hay que seguir estando tan bien situado porque es la competición que nos otorgará el derecho a jugar la próxima Champions League, lugar que tiene que convertirse en asi habitual la presencia de nuestro Sevilla.
Jugamos contra un equipo que tiene un clarísimo olor a segunda, al menos en lo que desprende a día de hoy. Nuestro rival hoy es Osasuna.
No han sido precisamente campos de rosas los últimos enfrentamientos disputados entre ambos equipos. Un montón de tensiones, insultos en el campo, aficiones calientes, expulsiones etc etc.
Pero se nos está queriendo vender el choque como una especie de derbi en la lejançia, un partido de rivalidad, y a mí nadie me vende ésta moto.
Entre otras cosas, porque el Osasuna, disputa otra liga bien distinta a la nuestra. Nuestros rivales son Real Madrid, Barcelona, Valencia, At.Madrid y Villarreal. Los demás no. Los demás serán todos partidos complicados, pero de absurdas rivalidades no.
Ahora bien, lo que si es cierto, es que hoy hay que reventar Nervión. Darle ambiente a nuestra bombonera y apoyar a muerte al equipo, olvidándo eliminaciones de Uefa y el mal sabor de boca con el que nos fuimos al parón.
Desde el consejo de administración se ha hecho un llamamiento para que todo el mundo acuda con su bandera (blanca o roja), y de ésta manera comencemos nosotros a darle ambiente al asunto, o mejor dicho a despertar a los jugadores de su letargo navideño y dejarles claros que hoy vuelve lo bueno, que hay que jugar con intensidad máxima y que sobre todas las cosas hay que ganar.
Con mejor o peor juego, pero ganar. Lo firmamos todos, y el que venda la moto o el humito (ya cansa), del buen juego miente. Sólo importan los tres puntos, y hay que aprovecharse de los enfrentamientos directos entre Valencia y Atlético (éste ya no suma en ésta jornada), y entre Villarreal y Real Madrid (los dos no pueden ganar), para aumentar con al menos dos equipos nuestra renta en pos de nuestro objetivo.
Por éso nosotros tenemos que entrar en el partido a mil. Éstos partidos postvacacionales son muy muy traicioneros si no se afrontan con la intensidad del todo o nada. El año pasado volvimos de vacaciones enfrentándonos al Denia, y todos sabemos lo que ocurrió.
Vuelve con los navarros José Antonio Camacho. Ex entrenador de la casa. Un muy triste pasado sevillista, que culminó copn el primer batacazo de los dos últimos que se pegó el Sevilla.
No pienso ni echarle cuenta. Indiferencia absoluta. Pitarle o chillarle sería darle una importancia que no tiene. Y lo peor es que serviría de distracción para lo que realmente tenemos que hacer hoy: animar sin parar en pos de los tres puntos.
A llenar Nervión, y sobre todo a ganar. Tres puntos o tres puntos. No cabe otra posibilidad.
Jugamos contra un equipo que tiene un clarísimo olor a segunda, al menos en lo que desprende a día de hoy. Nuestro rival hoy es Osasuna.
No han sido precisamente campos de rosas los últimos enfrentamientos disputados entre ambos equipos. Un montón de tensiones, insultos en el campo, aficiones calientes, expulsiones etc etc.
Pero se nos está queriendo vender el choque como una especie de derbi en la lejançia, un partido de rivalidad, y a mí nadie me vende ésta moto.
Entre otras cosas, porque el Osasuna, disputa otra liga bien distinta a la nuestra. Nuestros rivales son Real Madrid, Barcelona, Valencia, At.Madrid y Villarreal. Los demás no. Los demás serán todos partidos complicados, pero de absurdas rivalidades no.
Ahora bien, lo que si es cierto, es que hoy hay que reventar Nervión. Darle ambiente a nuestra bombonera y apoyar a muerte al equipo, olvidándo eliminaciones de Uefa y el mal sabor de boca con el que nos fuimos al parón.
Desde el consejo de administración se ha hecho un llamamiento para que todo el mundo acuda con su bandera (blanca o roja), y de ésta manera comencemos nosotros a darle ambiente al asunto, o mejor dicho a despertar a los jugadores de su letargo navideño y dejarles claros que hoy vuelve lo bueno, que hay que jugar con intensidad máxima y que sobre todas las cosas hay que ganar.
Con mejor o peor juego, pero ganar. Lo firmamos todos, y el que venda la moto o el humito (ya cansa), del buen juego miente. Sólo importan los tres puntos, y hay que aprovecharse de los enfrentamientos directos entre Valencia y Atlético (éste ya no suma en ésta jornada), y entre Villarreal y Real Madrid (los dos no pueden ganar), para aumentar con al menos dos equipos nuestra renta en pos de nuestro objetivo.
Por éso nosotros tenemos que entrar en el partido a mil. Éstos partidos postvacacionales son muy muy traicioneros si no se afrontan con la intensidad del todo o nada. El año pasado volvimos de vacaciones enfrentándonos al Denia, y todos sabemos lo que ocurrió.
Vuelve con los navarros José Antonio Camacho. Ex entrenador de la casa. Un muy triste pasado sevillista, que culminó copn el primer batacazo de los dos últimos que se pegó el Sevilla.
No pienso ni echarle cuenta. Indiferencia absoluta. Pitarle o chillarle sería darle una importancia que no tiene. Y lo peor es que serviría de distracción para lo que realmente tenemos que hacer hoy: animar sin parar en pos de los tres puntos.
A llenar Nervión, y sobre todo a ganar. Tres puntos o tres puntos. No cabe otra posibilidad.
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